jueves, 18 de julio de 2024

Primavera Hippie

 


Primavera hippie

 

Por JaBond

 

Estábamos reunidos como todos los viernes en la casa de Tom, mas precisamente en su cochera, para hacer buena música. Como siempre, esperábamos a Carl que nos trajera algún estimulante nuevo para poder escaparnos por una rato de este mundo, donde el miedo a ser llamado a la guerra hacia que nuestra existencia estuviera siempre en el riesgo de desaparecer.

Reunirnos los viernes, en especial en verano, era algo que disfrutábamos mucho, probar nuevos acordes con mi guitarra, escuchar a Billy deleitarnos con nuevas melodías y cerrar con un solo a lo Jimmy Hendrix a punto de quemar la guitarra, donde más de una vez tuvimos que detenerlo porque estuvo a punto de hacerlo, nos hacía abstraernos de lo que pasaba halla afuera, sobre todo para un joven el cual podía ser reclutado para la guerra.

Ser reclutado en el ejército, era algo que con solo pensarlo nos helaba la sangre, la posibilidad de terminar en un lugar lejano enfrentándote a muerte con unos desconocidos, lejos de tus seres queridos, sintiendo el miedo todo el tiempo de que en cualquier instante puede ser el fin, era verdaderamente aterrador. Algo infinitamente menor, pero conflictivo, era además la presión de nuestros padres que veían con enojo y recelo los cambios en nuestro estilo de vida. Queríamos esperar para casarnos, cambiar nuestros peinados nuestras ropas, ser joven y ellos no entendían este nuevo mundo. Es por eso que aquella cochera, y esa reunión de los viernes, era como nuestra cueva, nuestro refugio, en el cual además podíamos desarrollar nuestra creatividad.

Generalmente teníamos como una rutina, llegamos con unas cervezas afinábamos nuestros instrumentos intercambiábamos música nueva y comenzábamos a ensayar hasta que llegábamos a un punto, que decíamos el punto ciego. Era cuando nuestra creatividad se estancaba  y buscábamos, o quizás era la excusa, algún estimulante que nos ayudara a romper estas barreras mentales y que nos permitiera abrir la mente a un plano astral. Es ahí cuando juagaba un papel, totalmente destacado, nuestro amigo Carl.

Carl, un amigo desde pequeño, siempre tuvo la habilidad, no sabíamos por qué y cómo, de socializar con distintas personas y en esas conexiones conoció a unos sujetos, de los cuales nunca nos dio detalles, que les daban unos estimulantes fuera de lo común.  Aquellos estimulantes eran muy buenos, y tenían efectos diferentes:  algunos potenciaban los colores, otros en cambio confundían los sonidos con los sabores, otros nos hacían ver seres extraños como duendes o sentirnos como animales por algunas horas. Pero así, todos ellos de alguna manera nos inspiraban para experimentar nuevas canciones y melodías. A lo que siempre pensábamos, con que nos sorprenderá Carl esta vez.

Recuerdo que aquella noche fue extraña desde un principio, habíamos llegado un poco tarde y cambiado un poco nuestras rutinas, pero todo termino rondando en aquellas sorpresas que nos dijo Carl, él nos adelantó que iba a ser algo completamente diferente, algo que nunca hemos probado ni imaginado, e incluso no lo volveríamos a ver ni conseguir nunca más en nuestras vidas. A lo que siempre había pensado, hasta ese momento, que estaba exagerando mucho las cosas.

Estábamos intercambiando, melodías, y en un momento me senté a afinar la guitarra, y mientras afinaba comencé a pensar que será aquello tan esperado con lo que nos sorprenderá Carl, luego termine de afinar e inicié una serie de sonidos que me fueron llevando a una melodía que me dejo llevar a tal punto que cerré mis ojos, hasta sentir como un vacío en la habitación donde estaba solo yo y el universo para luego encontrarme con un silencio absoluto … y de repente… se escuchó que golpeaban la puerta.

Al fin era Carl, había pensado, el ansiado momento había llegado. Efectivamente era así.

Carl, quien era una persona tranquila, estaba vestido como generalmente lo hacía usando una campera de jean y una remera, solo que esta vez se encontraba realmente en un éxtasis total, nos decía todo el tiempo no tienen idea de la magia que hay en esto, y luego, sacó una cajita que tenía un dibujo de un reloj de arena, que abrió y adentro había 5 pastillas, justo una para cada uno, con un dibujo de una cinta de moebius, haciendo el signo de infinito. Para luego explicarnos como debíamos tomarlas, teníamos que beber alcohol relajarnos y poner algo de música tranquila, todo un desafío bastante interesante para una noche de viernes así que empezamos. Tomamos las pastillas, y luego comenzamos a beber, esperando el ansiado camino hacia la creatividad.

Paso uno hora de eso y no pasaba nada, bueno en fin pensábamos que lamentablemente la tan esperada experiencia era un fiasco, viendo la cara de decepción de Carl, como que nos debía algo, le dijimos son cosas que pasan y nos pusimos nuevamente a hacer nuestra música hasta que hicimos un nuevo descanso, al cual luego lo que recuerdo es haber estado sentado, tomando una cerveza.

Me relajé, cerré los ojos y, de repente se escuchó un ruido, como una explosión, luego siguió otra, que me estremeció me sentí como ausente en la habitación y decidí salir hacia afuera, así que me dirigí hacia la puerta. Los ruidos se repetían hasta que pude distinguirlos eran disparos, disparos de un revolver pero luego de una escopeta y una ametralladora. ¡¡Que horror!!!,pensé, estoy en la guerra como llegue ahí me preguntaba.

No podía distinguir de dónde venían los disparos, pero los sentía cada vez más cerca, de repente miro hacia un costado y veo a Josep que me dice estas bien, sin entender nada me salgo de la casa y sigo escuchando los disparos. De repente, frente a mí un joven de unos 20 años armado hasta los dientes con un chaleco antibalas y una ametralladora, No logro a distinguir bien su ropa, parece tener un buzo que dice clase 2018, como de un colegio, su corte parecen de otra época,  muy extraño, pero también su rostro me parece muy familiar lo miro y el me mira. Ambos nos quedamos estupefactos mirándonos. Es mas de repente miro alrededor y estamos solos en la calle frente a la entrada de un colegio secundario.

El joven de repente me dice muere hippie, pero duda, y no dispara, en esa duda le pregunto espera niño ¿que te pasa? ¿que es todo esto? ¿porque estas armado?, ¿que son esos ruidos?

Hay un silencio absoluto. Le pregunto ¿por qué estas armado así?,

y el joven me responde es que en mi colegio me maltratan mis compañeros, todo el tiempo, me discriminan me golpean, y me canse así que voy a matarlos a todos, ya no me harán mas daño, no le harán mas daño a nadie y para demostrar que yo tampoco quiero hacer mas daño al final me quitare la vida o dejare que los policías lo hagan por mi, pero que entenderías tu si son un hippie.

-Bueno, si son así quizás tenga razón, pero no entiendo si en nuestra época no buscamos la violencia si no el amor entre todos, incluso el amor libre entre las parejas, no entiendo, ¿qué clase de escuela vas? y ¿quiénes son tus compañeros?

El joven levanto su arma y le dijo- vamos no te hagas el tonto, solo quieres que no te perfore la cabeza de un disparo-

Le respondí – espera la verdad que no entiendo- como conseguiste todas esas armas solamente he visto a los soldados usarlas.

El joven dijo- vamos no te hagas el estúpido- estas armas se consiguen en todos lados, en los supermercados,  en las tiendas de la calle e incluso en cualquier callejón en los suburbios.

En serio, nunca había visto negocios que vendieran esas armas, pero hay algo que no entiendo bien quieres matar a todos tu compañeros. Bueno, pero por que matarlos, porque no hacer un reclamo, una huelga, algún tipo de manifestación.

¿Una huelga, una manifestación? –respondió el muchacho-

 Si una huelga con pancartas, cortar el transito e incluso manifestarnos sin ropa frente a las autoridades, es lo que solemos hacer para mostrar nuestro descontento y que cambien las cosas- en donde vives es muy común, ah puede ser que tengas televisión, pero la radio, los diarios muestran eso todos los días y hemos logrado cambiar muchas cosas o por lo menos hacerlas visibles.

El joven, quedo estupefacto. No sabía que decir – quizás le pareció interesante la idea del hippie- y quedo dudando.  Bueno puede que tengas razón pero estoy en esto no puedo salir,

Le respondí ah joven si se puede vamos metete en el sótano donde estamos tocando yo te esconderé mientras pasa todo, tengo estos fuegos artificiales que trataran de disimular. Y el joven pensó un segundo y salió corriendo a esconderse. A los pocos minutos, se mantuvo el silencio y de repente aparecieron unos policías que se encontraron con un hombre con ropas medio rotas un estilo de los años sesenta y le preguntaron si ha visto al hombre armado.

Hombre armado solo era un niño, pero se ha ido, le hable y logre frenar la locura que estaba por hacer, iba a matarlos a todos porque lo maltrataban.

 La policía miraba al hippie y le apuntaron con sus armas, no entendían bien que estaba ocurriendo, hasta que de repente aparecieron unos periodistas que estaban escuchando todo y se acercaron con sus cámaras y micrófonos a entrevistarlos podría verse por la tele hippie drogado frena matanza en colegio.

No entendía nada, ¿que eran esas cámaras raras con las que le apuntaban y de repente le preguntaban como hizo para frenar al psicópata armado, ah donde fue- a lo que respondió ¿psicópata?? Era solo un niño y solo necesitaba un poco de amor, por suerte se ha marchado.

Es ahí que en ese contextos están todos felices por el desenlace no trágico de la situación y caen los medios de comunicación que empiezan a entrevistar al extraño héroe un hippie roñoso de los años 60 que todavía se encuentra en un estado de drogas y cuya respuesta es amor es lo que se necesita. Los flashes de las cámaras seguían enfocándolo no podía visualizar bien lo que pasaba. Hasta que de repente sentí una mano que me decía ey estas bien, levántate. Te quedaste dormido.

¿Qué? ¿cómo? ¿Dónde estoy? Y me di cuenta que estaba en el garaje, nunca había salido de ahí, y pregunte, ¿pero no me tome lo que me trajo Carl?

No, me respondieron, solamente te tomaste una cerveza y te quedaste dormido con el afinador de guitarra en la mano. Vino Carl trajo marihuana de Medio Oriente nada más.

Ah que sueño – pensé que había tomado algo- tuvo un sueño bastante extraño, de un joven que quería matarlos a todos con armas que había comprado en el supermercado.  Dame una seca, te imaginas un mundo que terminara el hipismo, sí que locura, vamos a tocar.

 

IA

viernes, 12 de julio de 2024

“Y nos mandaron a mirar las vías”

 

Por JaBond


Esto comenzó una tarde de verano, que junto a mi amigo Juan, jugábamos a la pelota en el club, como lo hacíamos generalmente las tardes de verano. Ese día comimos unos chicles, que tenían un horóscopo, y fue muy curioso aquello que decían, a mi me toco” estudiaras en una escuela técnica”, algo común que podría ser o no, pero lo mas curioso fue que a mi amigo, Pedro, le toco “conocerás el sentido de la vida”. ¿Conocerá la vida?, ¿que clase de horóscopo es ese?, es así que comenzamos a cargarnos sobre lo que nos había tocado.



Y empezamos a molestar y a correr diciendo ¿Cuál es el sentido de la vida?, y que se cuánto y que íbamos a ser cuando seamos grandes y otras cosas.

En eso escuchamos a un grupo de viejos que jugaban a las cartas y que se reían de nosotros. A lo que al verlos nos acercamos y les preguntamos de qué se reían, a lo que ellos –luego de atemperar un poco sus risas-nos respondieron, nos reímos de lo interesante que era su discusión y su pregunta.

No entendimos a que se refería, a lo que les dijimos

-¿Qué pregunta?

- y ellos nos respondieron a aquella del sentido de la vida.

-Rápidamente preguntamos ¿Cuál es el sentido de la vida?

-Al cual el mas viejo de todos con voz fuerte  dijo.

-¿vieron alguna vez por donde andan los trenes?,¿las vías?  ¿los caminos?,

-Respondimos ¿que no?

-Para tratar de dar una respuesta los viejos se pusieron a tratar de explicarnos como eran los trenes si los conocíamos, durante un largo rato, sin poder lograrlo. Y finalmente nos mandaron a mirar las vías

Luego de pensar un rato y creer que era una pérdida de tiempo, fuimos a verlas.

Llegamos a las vías, ingresando por un camino que no había nadie, vimos hacia un lado , luego hacia el otro, paso el tren, algún piedrazo  le arrojamos, pero no alcanzamos a pegarle, seguimos mirándolo como en las infinitas vías el tren poco a poco se iba haciendo mas pequeño, se alejaba hasta finalmente desaparecer en la lejanía.

Al día siguiente volvimos al club y  fuimos a ver a aquellos viejos que jugaban a las cartas y les dijimos que fuimos a ver las vías, que vimos el tren, pero no entendimos que quería decirnos con eso.

Y Salvador- uno de los viejos- nos dijo eso es una “metáfora”, no entendimos a que se refería así que -Juan les pregunto: ¿una metáfora?

-Pedro: si una metáfora algo que simboliza un contenido más profundo, dijo otro de los viejos

-Nos quedamos pensativos…

-Salvador: las vías son como la vida, uno tiene distintos caminos para andar, hacia un lado y hacia el otro, donde pasan trenes o cosas que a veces las podemos alcanzar, pero sobre todo las vías. Las vías son un camino que conducen a algún lado, pero que uno no puede ver bien y al que a medida que uno va caminando se va encontrando cosas que desconoce y se va alejando cada vez mas sin saber dónde. Bueno así es el sentido de la vida.

Nos quedamos  quietos, pensativos un momento, hasta que… sin decir nada tomamos la pelota y nos fuimos a jugar. Pero eso si quedando en nuestra cabeza ese sentido de la vida que cuentan las vías del tren.

 IA