Primavera
hippie
Por
JaBond
Estábamos
reunidos como todos los viernes en la casa de Tom, mas precisamente en su
cochera, para hacer buena música. Como siempre, esperábamos a Carl que nos trajera
algún estimulante nuevo para poder escaparnos por una rato de este mundo, donde
el miedo a ser llamado a la guerra hacia que nuestra existencia estuviera
siempre en el riesgo de desaparecer.
Reunirnos
los viernes, en especial en verano, era algo que disfrutábamos mucho, probar
nuevos acordes con mi guitarra, escuchar a Billy deleitarnos con nuevas melodías
y cerrar con un solo a lo Jimmy Hendrix a punto de quemar la guitarra, donde más
de una vez tuvimos que detenerlo porque estuvo a punto de hacerlo, nos hacía
abstraernos de lo que pasaba halla afuera, sobre todo para un joven el cual
podía ser reclutado para la guerra.
Ser
reclutado en el ejército, era algo que con solo pensarlo nos helaba la sangre,
la posibilidad de terminar en un lugar lejano enfrentándote a muerte con unos
desconocidos, lejos de tus seres queridos, sintiendo el miedo todo el tiempo de
que en cualquier instante puede ser el fin, era verdaderamente aterrador. Algo
infinitamente menor, pero conflictivo, era además la presión de nuestros padres
que veían con enojo y recelo los cambios en nuestro estilo de vida. Queríamos
esperar para casarnos, cambiar nuestros peinados nuestras ropas, ser joven y
ellos no entendían este nuevo mundo. Es por eso que aquella cochera, y esa
reunión de los viernes, era como nuestra cueva, nuestro refugio, en el cual
además podíamos desarrollar nuestra creatividad.
Generalmente
teníamos como una rutina, llegamos con unas cervezas afinábamos nuestros
instrumentos intercambiábamos música nueva y comenzábamos a ensayar hasta que
llegábamos a un punto, que decíamos el punto ciego. Era cuando nuestra
creatividad se estancaba y buscábamos, o
quizás era la excusa, algún estimulante que nos ayudara a romper estas barreras
mentales y que nos permitiera abrir la mente a un plano astral. Es ahí cuando
juagaba un papel, totalmente destacado, nuestro amigo Carl.
Carl,
un amigo desde pequeño, siempre tuvo la habilidad, no sabíamos por qué y cómo,
de socializar con distintas personas y en esas conexiones conoció a unos
sujetos, de los cuales nunca nos dio detalles, que les daban unos estimulantes
fuera de lo común. Aquellos estimulantes
eran muy buenos, y tenían efectos diferentes:
algunos potenciaban los colores, otros en cambio confundían los sonidos con
los sabores, otros nos hacían ver seres extraños como duendes o sentirnos como
animales por algunas horas. Pero así, todos ellos de alguna manera nos
inspiraban para experimentar nuevas canciones y melodías. A lo que siempre
pensábamos, con que nos sorprenderá Carl esta vez.
Recuerdo
que aquella noche fue extraña desde un principio, habíamos llegado un poco
tarde y cambiado un poco nuestras rutinas, pero todo termino rondando en aquellas
sorpresas que nos dijo Carl, él nos adelantó que iba a ser algo completamente
diferente, algo que nunca hemos probado ni imaginado, e incluso no lo
volveríamos a ver ni conseguir nunca más en nuestras vidas. A lo que siempre
había pensado, hasta ese momento, que estaba exagerando mucho las cosas.
Estábamos
intercambiando, melodías, y en un momento me senté a afinar la guitarra, y
mientras afinaba comencé a pensar que será aquello tan esperado con lo que nos
sorprenderá Carl, luego termine de afinar e inicié una serie de sonidos que me
fueron llevando a una melodía que me dejo llevar a tal punto que cerré mis
ojos, hasta sentir como un vacío en la habitación donde estaba solo yo y el
universo para luego encontrarme con un silencio absoluto … y de repente… se
escuchó que golpeaban la puerta.
Al
fin era Carl, había pensado, el ansiado momento había llegado. Efectivamente
era así.
Carl,
quien era una persona tranquila, estaba vestido como generalmente lo hacía
usando una campera de jean y una remera, solo que esta vez se encontraba realmente
en un éxtasis total, nos decía todo el tiempo no tienen idea de la magia que
hay en esto, y luego, sacó una cajita que tenía un dibujo de un reloj de arena,
que abrió y adentro había 5 pastillas, justo una para cada uno, con un dibujo
de una cinta de moebius, haciendo el signo de infinito. Para luego explicarnos
como debíamos tomarlas, teníamos que beber alcohol relajarnos y poner algo de
música tranquila, todo un desafío bastante interesante para una noche de
viernes así que empezamos. Tomamos las pastillas, y luego comenzamos a beber,
esperando el ansiado camino hacia la creatividad.
Paso
uno hora de eso y no pasaba nada, bueno en fin pensábamos que lamentablemente
la tan esperada experiencia era un fiasco, viendo la cara de decepción de Carl,
como que nos debía algo, le dijimos son cosas que pasan y nos pusimos
nuevamente a hacer nuestra música hasta que hicimos un nuevo descanso, al cual
luego lo que recuerdo es haber estado sentado, tomando una cerveza.
Me
relajé, cerré los ojos y, de repente se escuchó un ruido, como una explosión,
luego siguió otra, que me estremeció me sentí como ausente en la habitación y decidí
salir hacia afuera, así que me dirigí hacia la puerta. Los ruidos se repetían
hasta que pude distinguirlos eran disparos, disparos de un revolver pero luego
de una escopeta y una ametralladora. ¡¡Que horror!!!,pensé, estoy en la guerra
como llegue ahí me preguntaba.
No
podía distinguir de dónde venían los disparos, pero los sentía cada vez más
cerca, de repente miro hacia un costado y veo a Josep que me dice estas bien, sin
entender nada me salgo de la casa y sigo escuchando los disparos. De repente,
frente a mí un joven de unos 20 años armado hasta los dientes con un chaleco
antibalas y una ametralladora, No logro a distinguir bien su ropa, parece tener
un buzo que dice clase 2018, como de un colegio, su corte parecen de otra
época, muy extraño, pero también su
rostro me parece muy familiar lo miro y el me mira. Ambos nos quedamos
estupefactos mirándonos. Es mas de repente miro alrededor y estamos solos en la
calle frente a la entrada de un colegio secundario.
El
joven de repente me dice muere hippie, pero duda, y no dispara, en esa duda le
pregunto espera niño ¿que te pasa? ¿que es todo esto? ¿porque estas armado?, ¿que
son esos ruidos?
Hay
un silencio absoluto. Le pregunto ¿por qué estas armado así?,
y
el joven me responde es que en mi colegio me maltratan mis compañeros, todo el
tiempo, me discriminan me golpean, y me canse así que voy a matarlos a todos, ya
no me harán mas daño, no le harán mas daño a nadie y para demostrar que yo
tampoco quiero hacer mas daño al final me quitare la vida o dejare que los
policías lo hagan por mi, pero que entenderías tu si son un hippie.
-Bueno,
si son así quizás tenga razón, pero no entiendo si en nuestra época no buscamos
la violencia si no el amor entre todos, incluso el amor libre entre las parejas,
no entiendo, ¿qué clase de escuela vas? y ¿quiénes son tus compañeros?
El
joven levanto su arma y le dijo- vamos no te hagas el tonto, solo quieres que
no te perfore la cabeza de un disparo-
Le
respondí – espera la verdad que no entiendo- como conseguiste todas esas armas
solamente he visto a los soldados usarlas.
El
joven dijo- vamos no te hagas el estúpido- estas armas se consiguen en todos
lados, en los supermercados, en las
tiendas de la calle e incluso en cualquier callejón en los suburbios.
En
serio, nunca había visto negocios que vendieran esas armas, pero hay algo que
no entiendo bien quieres matar a todos tu compañeros. Bueno, pero por que matarlos,
porque no hacer un reclamo, una huelga, algún tipo de manifestación.
¿Una
huelga, una manifestación? –respondió el muchacho-
Si una huelga con pancartas, cortar el
transito e incluso manifestarnos sin ropa frente a las autoridades, es lo que
solemos hacer para mostrar nuestro descontento y que cambien las cosas- en
donde vives es muy común, ah puede ser que tengas televisión, pero la radio,
los diarios muestran eso todos los días y hemos logrado cambiar muchas cosas o
por lo menos hacerlas visibles.
El
joven, quedo estupefacto. No sabía que decir – quizás le pareció interesante la
idea del hippie- y quedo dudando. Bueno
puede que tengas razón pero estoy en esto no puedo salir,
Le
respondí ah joven si se puede vamos metete en el sótano donde estamos tocando
yo te esconderé mientras pasa todo, tengo estos fuegos artificiales que
trataran de disimular. Y el joven pensó un segundo y salió corriendo a
esconderse. A los pocos minutos, se mantuvo el silencio y de repente aparecieron
unos policías que se encontraron con un hombre con ropas medio rotas un estilo
de los años sesenta y le preguntaron si ha visto al hombre armado.
Hombre
armado solo era un niño, pero se ha ido, le hable y logre frenar la locura que
estaba por hacer, iba a matarlos a todos porque lo maltrataban.
La policía miraba al hippie y le apuntaron con
sus armas, no entendían bien que estaba ocurriendo, hasta que de repente aparecieron
unos periodistas que estaban escuchando todo y se acercaron con sus cámaras y
micrófonos a entrevistarlos podría verse por la tele hippie drogado frena
matanza en colegio.
No
entendía nada, ¿que eran esas cámaras raras con las que le apuntaban y de
repente le preguntaban como hizo para frenar al psicópata armado, ah donde fue-
a lo que respondió ¿psicópata?? Era solo un niño y solo necesitaba un poco de
amor, por suerte se ha marchado.
Es
ahí que en ese contextos están todos felices por el desenlace no trágico de la
situación y caen los medios de comunicación que empiezan a entrevistar al
extraño héroe un hippie roñoso de los años 60 que todavía se encuentra en un
estado de drogas y cuya respuesta es amor es lo que se necesita. Los flashes de
las cámaras seguían enfocándolo no podía visualizar bien lo que pasaba. Hasta
que de repente sentí una mano que me decía ey estas bien, levántate. Te
quedaste dormido.
¿Qué?
¿cómo? ¿Dónde estoy? Y me di cuenta que estaba en el garaje, nunca había salido
de ahí, y pregunte, ¿pero no me tome lo que me trajo Carl?
No,
me respondieron, solamente te tomaste una cerveza y te quedaste dormido con el
afinador de guitarra en la mano. Vino Carl trajo marihuana de Medio Oriente
nada más.
Ah
que sueño – pensé que había tomado algo- tuvo un sueño bastante extraño, de un
joven que quería matarlos a todos con armas que había comprado en el supermercado. Dame una seca, te imaginas un mundo que
terminara el hipismo, sí que locura, vamos a tocar.
IA