Imagen: BigBan News
Por Jabond
Entre fines del siglo XIX y durante el siglo XX el ámbito científico
desarrollo el análisis experimental. ¿Qué es el análisis experimental?,
sintéticamente, a través de un medio controlado poder ir haciendo pruebas y por
medio de sus resultados ir desarrollando hipótesis científicas, o , más simple,
por medio de experimentos desarrollar hipótesis científicas.
Si, aquellos experimentos
que en algún momento hicimos en casa, como aquel juego, cual truco de magia, que
consistía en frotar en nuestro pelo una regla o pedazo de plástico para
luego acercarlo a algunos pedacitos de papel y ver como se pegaban a la misma o
en los dibujos animados, ese hombrecillo con delantal blanco rodeado de tubos
de formas extrañas que mezcla líquidos de colores y de repente hacen explosión,
son una forma de jugar con ese modelo experimental. Es más, este modelo, que en
un principio fue tan efectivo, quizás nos haya impregnado en nuestra mente esta
imagen de “ratón de laboratorio” , es decir cómo imaginamos un científico.
Una curiosidad es que a veces suele olvidarse que aquellos
experimentos comenzaron en las ciencias naturales para luego utilizarse para comprender
el comportamiento animal.
En este sentido, posiblemente hemos escuchado hablar de los llamados
perros de Pávlov. Un experimento que consistía en tres elementos: un perro, su comida
(o recompensa) y una campana. Se ponía
al perro en una habitación, solo, y cada vez que se hacía sonar la campana
aparecía la comida para luego el perro, en este caso, se alimentara. Esto se
repetía varias veces hasta que finalmente se retiraba la comida, pero se hacía sonar
la campana. Y lo particular es que el perro aún sin comida al oír sonar la
campana salivaba como si ella estuviera, es decir mantenía su conducta. De esta
forma, se comenzó a comprender como se construyen las conductas, nacía el conductismo.
Posteriormente, aparecieron
otros experimentos, pero de carácter grupal, usando otros animales como monos.
Uno de esos experimentos consistió en introducir en una habitación un
grupo de 10 monos y en la altura colgadas, pero que trepándose los monos podían
llegar, un racimo de bananas frescas-un verdadero manjar para casi cualquier homínido-
pero, en qué consistía el truco, en que si agarraban las bananas rápidamente caería
sobre toda la habitación un fuerte chorro de agua helada.
Cual fue la curiosidad del experimento, la primera parte comenzó introduciendo
los monos en la habitación y luego, minutos después, se colocó el racimo de
bananas, es así que rápidamente los monos se abalanzaron sobre ellas a lo cual
rápidamente un chorro de agua helada cayo sobre todos ellos, una situación horrible
para aquellas pobres criaturas. Esta situación se repitió varias veces hasta que finalmente
los animales renunciaron a obtener aquel tesoro tras el riesgo de sufrir las
consecuencias. Una vez constituida esta situación, comenzó la segunda parte del
experimento.
La segunda parte,
consistió en sacar un mono y reemplazarlo por uno nuevo que desconocía,
obviamente, la experiencia de las bananas, es así que al entrar rápidamente fue
por tan preciado botín. Lo que no se esperaba era que cuando se quiso abalanzar
hacia las bananas el resto de los compañeros lo atacarían por querer acercarse
a las frutas, así que desistió de las mismas. Luego continuo el experimento
retirando otro mono experimentado e incorporando uno nuevo, a lo cual se
repitió lo mismo que el anterior, quiso ir por las bananas y sus compañeros no
se lo permitieron agregando que aquel mono que anteriormente había ido por las
bananas sin conseguir tocarlas también se había incorporado a la golpiza. A lo
cual el experimento continuo de la misma manera cambiando monos experimentados
por nuevos hasta que se llego a un punto donde todos los monos que había en la
habitación evitaban si algún nuevo espécimen intentaba ir por las bananas, aunque ninguno había sufrido el chorro de agua helada, es decir sin
saber el porqué. De esta manera, se comenzaron a desarrollar hipótesis sobre el
comportamiento animal y de cómo era posible influir en su conducta.
Ahora bien, este desarrollo si bien tuvo un gran aporte para el conocimiento, luego comenzó a mostrar sus límites. ¿Cuáles fueron esos límites? Bueno, que en muchos casos acciones que en el laboratorio funcionaban a la perfección, fuera de él no funcionaban con la misma exactitud, o directamente no funcionaban, lo que derivó en contemplar esta situación y los límites y posibilidades de esta forma de investigación científica, tan fructífera y que obviamente se sigue utilizando.
Por otra pate, una
de los aspectos más interesantes es que este modelo de investigación científico
se lo asocio solamente a las llamadas ciencias duras, como la física, la
química, la zoología u otras y se dejó de lado que las ciencias sociales como
la psicología, la sociología, entre otras, también han utilizado este método.
Sin embargo, en estas ciencias, los experimentos eran más difíciles de realizar, ya
que uno de los inconvenientes era ¿cómo poder actuar en un medio tan grande e incontrolable como grandes
grupos de personas? de alguna manera era algo imposible. Pero es mas, existe otro tema y es que el hombre,
el ser humano, es el único ser racional por lo cual es imposible que se
constituyan este tipo de conductas esperables ya que hasta se daría cuenta de
la manipulación. Es como burlar a un
perro a o a un gato con palo o un cordón, esto no se puede hacer en los seres
humanos ya que se dan cuenta. Por tal motivo, este método experimental no se
uso en las ciencias sociales, por su imposible comprobación
Pero a que trae esta explicación,
bueno es que quizás a veces uno se pone a pensar en estas cosas cuando uno
tiene que esperar y no sabe qué hacer, es decir se aburre y la mente comienza a
pasear por lo que sea. Como, por ejemplo, cuando un lunes estaba haciendo la
fila para el cajero automático para sacar dinero. Un lugar donde se hacen
largas filas de personas y en donde solo queda tiempo para alguna charla breve
con sus compañeros de fila o pensar, pensar en cualquier cosa.
Un lugar donde suele ocurrir que uno llega y
ve que hay varios cajeros pero que la gente hace fila solamente en uno, al que
luego llega otra persona y se pone en la cola y mientras uno espera comienza a
pensar. Pensar en estos humanos: hombres racionales e inteligentes, pero
haciendo una fila por un largo rato y es ahí cuando uno se pregunta por las
personas que están adelante en la fila y los que están usando el cajero y se
demoran eternamente en una simple máquina de pago y retiro de efectivo. ¿Qué
harán esas personas en los cajeros?, acaso tendrán alguna función oculta que
les permite ver series o alguna película, estarán aprovechando el frío o el
calor según la época del año, estarán haciendo algún tipo de especulación financiera
reducido a algunos pocos o vaya a saber que misterios del universo ocurrirán en
ese momento, mientras este ser racional espera y espera. Sigue esperando y
viendo además el resto de los cajeros sin usar mientras siguen llegando nuevos
compañeros de fila, todos esperando utilizar dicha maquina para poder retirar
un poco de dinero, manteniendo la ansiedad de utilizar nuestros racionales teléfonos
inteligentes, nuestros smartphones.
Y bueno se sigue pensando, esperando y esperando
hasta que de repente se acerca una persona, cual, dispuesta a todo, a los
cajeros vacíos y haciendo alusión brevemente al resto con una pregunta ¿puedo?
Lo cual se le remite afirmativamente, acciona el cajero y, valla esas cosas de
la vida, obtiene su objetivo, que deviene en que rápidamente se disuelve
aquella racional e impredecible fila para luego retirarse con el objetivo
cumplido como muestras de nuestra racionalidad fundada en la especie humana y quizás
quien no para luego ir a comprar un kilo de bananas.
IA