Por Jabond
Aquí estábamos, como nos habíamos preparado desde hace meses. Era la hora, ni un minuto mas debía posponerse. Todo dependía
exclusivamente de nosotros.
No sabíamos si la misión iba a tener éxito pero simplemente la añoranza de
volver a esas épocas donde éramos libres , donde aquellas rejas no se interponían
entre nosotros y en nuestra libertad era todo el combustible que nos movilizaba.
Sabíamos de lo que estaba pasando ya hace muchos años. Cuando, uno de los
primeros grandes, el grupo de parque Rivadavia, cayo tras las rejas e ingenuamente pensamos que allí se terminaría, pero no. Luego continuo por otros grupos pequeños hasta que finalmente cayo el
grupo de Parque Centenario. A aquel le habían hecho una emboscada, utilizando
un viejo colectivo que parecía estacionado, desde ahí salieron distintos grupos
de guardianes que finalizaron y terminaron dejándolos tras las rejas. Caído
Parque Centenario rápidamente fue cayendo el resto. Prácticamente todos eran
encarcelados.
Esto sucedía frente a aquellas parejitas que aprovechaban la noche para
encontrarse en un recurrente encuentro de amor pero desde el encarcelamiento
esto ya prácticamente había dejado de existir.
Sin embargo, algunos pudieron resistir como fue el caso de Devoto, donde si
bien el intento de encarcelarlos fue importante, incluso con varias dotaciones
de guardianes, la férrea resistencia fue tal que no pudieron. Aunque, como un
asedio, están constantemente rodeándolo para ante el primer descuido ponerlos
tras las rejas.
Han sido varios años de estos encarcelamientos, y es así que nuestro grupo
tomo la determinación de por lo menos intentar poner un corte o por lo menos
mostrar el descontento. Era, aunque sea, intentar liberar a todos estos grupos
y poder volver a disfrutar de aquella libertad de antaño sin una reja que se
interponga entre uno y la vereda, volver a sentir ese aire de libertad, ya
basta de encierro.
Recuerdo como empezó todo, cuando poco a poco cada uno se fue topando con
las rejas , el encierro y como un boca en boca inmenso nos fue juntando y nos
fue llevando a tomar la determinación que hoy vamos a ejecutar. Liberarnos o
por lo menos intentarlo, pase lo que pase.
La hora determinada estaba por cumplirse, en breve actuaremos, nadie
sospecha nada mientras enfrente vemos un señor mirar por la ventana, como
esperando algo o como si supiese que algo iba a ocurrir.
Una hora antes del amanecer actuaríamos con toda velocidad, de apoco íbamos
viendo como cada grupo ocupaba sus posiciones, el entuerto se produciría pronto.
De repente, una luz azul comenzó a rodearnos, nos descubrieron pensamos, quedémonos
quietos quizás no nos lleguen a ver. La luz iba iluminando todo el lugar de
manera parpadeante, que íbamos a hacer nos descubrieron, nos quedamos
congelados, pero al final la luz siguió su curso. Los guardianes no sospechaban
nada.
Fue ahí que la hora había llegado, se escuchó de repente la señal y era la
hora de actuar, rápidamente salimos todos y con nuestras herramientas decidimos
poner fin al encierro , ya era suficiente el que sufríamos en nuestras casas,
en las escuelas, en nuestros trabajo como además sufrir el encierro en las plazas
y fue ahí que rápidamente desatando
nuestra furia como si fuera un poderoso huracán,
en menos de 10 minutos las rejas que encerraban al parque volaban por los aires
y como trofeo tomando partes del enrejado los alzábamos y gritábamos ¡¡libertad!!
Fue ahí cuando rápidamente cayeron los guardianes con sus luces azules y
comenzaron a perseguirnos y nosotros a resistir, se armó un alboroto tal que
todos los vecinos salieron a ver que pasaba. Tal fue el escándalo que por más
que quisieron no pudieron ocultar en los medios lo que había sucedido y si bien
los guardianes lograron sofocar nuestra rebelión a los pocos días otro grupo
intento liberar otra plaza.
La resistencia había comenzado ya no permitiremos que nos vuelvan a
encerrar que nos enrejen las plazas, para encerrar nuestras mentes para perder
ese espacio de espontaneidad y libertad que esos lugares permiten y nuevamente
las parejas volverían a sellar sus historias de amor en la nocturnidad de
aquellas plazas libres.
IA
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