jueves, 17 de julio de 2025

Mi esposo se ha convertido en un zombi

 


Foto: amo del castillo

 


Por Jabond

 

John Kingsday y Karl Hodson eran dos jóvenes empresarios que al mismo tiempo abrieron sus empresas de galletitas en la zona de Barracas. Si bien la crisis del 30 casi los deja en la ruina, el paulatino crecimiento de Buenos Aires les permitió recuperar ganancias y poco a poco amasar una pequeña fortuna.

Por su parte, quizás por su espíritu competitivo y salvaje en especial a sus trabajadores, John comenzó rápidamente a incrementar su riqueza y a través de dudosos acuerdos, alguna que otra estafa y vínculos con sectores de poder se hizo a los pocos años en un gran multimillonario que se incorporaba al Jockey Club y ostentaba su riqueza buscando hacerse miembro de la oligarquía local. Mientras que Karl siguió con su fábrica, con una riqueza sobria, observando día a día como John incrementaba su fortuna. En esta vorágine, algo que John disfrutaba era, una vez por mes, pasar con su limousine haciendo gala de sus fortunas, incluso llamando a la prensa local, y recorrer su empresa indicando sus comienzos como emprendedor mofándose ante la mirada de  su viejo competidor.   

Sin embargo, un día allá casi fines de los años 40 mientras se encontraba en un cóctel de millonarios en el Pale de Glace quedó con la boca abierta al ver que su antiguo competidor se encontraba entre los invitados. No podía entender como ese alfeñique había amancilladlo una fortuna cercana a la suya y sin, él, darse cuenta.

A partir de esa noche, comenzó un eterno desvelo pensando en ¿cómo se hizo rico? ¿De dónde sacó el dinero ese mugroso? No podía dejar de pensar en ello. Incluso tenia discusiones, que por lo general terminaban violentamente, con su mujer. Cuando ella le reprochaba en el porqué del enojo si era mucho más rico que su ex -competidor incluso vendiendo la empresa de alimentos, que no estaba pasando por un buen momento, eso no impactaría prácticamente en su fortuna.  

No había otro motivo más que malicia, el no soportar a su competidor triunfar o en todo caso ver que su voluntad no se hacía era lo que motivaba sus pesadillas.

La obsesión en torno a la fortuna de Karl llevó a John a distintos pensamientos intrusivos, quizás había entrado en alguna de esas sociedades secretas en sus viajes a Londres o Nueva York y por eso ahora era un multimillonario ¿cual era el motivo? O más bien cómo sacárselo de encima. Fue así que tal vez su gusto por la antropología, el esoterismo y las ciencias ocultas lo fue llevando a un lugar enloquecedor.

Una mañana, que fue a visitar su fábrica en Barracas, quizás atraído por alguna fuerza extraña vio que entre sus empleados había varios con rasgos africanos, entre ellos, una mujer con un amuleto particular que juró que lo había visto en otro lugar.

Por la tarde cuando llego a su casa se internó en la biblioteca buscando aquel objeto hasta que finalmente lo encontró. El colgante se trataba de un amuleto que pertenecía a un boko, un hechicero zulú: una tribu sudafricana que decían que tenían conocimientos sobre la magia negra dentro de los que se encontraban los llamados muñecos vudú y otros hechizos mas poderosos que incluso podían revivir a los muertos.

Al día siguiente, se dirigió bien temprano a la fábrica y mando a llamar a la empleada, la cual asustada por miedo a perder el trabajo acudió rápidamente.

Allí, John, a modo de interrogatorio le pregunto sobre ese amuleto y su pasado. La mujer, temerosa y desconfiada, le dijo que ese amuleto en realidad era un regalo de su abuela quien vivía en un conventillo a unas pocas cuadras de su casa y que se la conocía más que nada por hacer hechizos para la fortuna, amor o curar el mal de ojo pero que para ella eran más que supersticiones que corrían en el barrio y alguna forma de obtener algún dinero.

Sin dudarlo, el patrón se dirigió a la casa de la anciana. La misma, se encontraba en una barriada obrera con empedrados, las fábricas de fondo y a lo lejos el puerto. En las calles se veían a los habitantes de diversa índole desde polacos, españoles, italianos, correntinos y sobre todo muchos negros tomando mate o jugando al truco o al chinchón para pasar el tiempo.

Luego de recorrer unos cuantos metros, la calle quedo vacía y, cerca de la esquina, se veía un conventillo deteriorado que parecía vacío, aunque el correr de unos niños que salían del lugar mostraban que existía vida en él. Allí era donde vivía la anciana.

La limousine se detuvo en la puerta y, con una custodia de cuatro hombres, John se bajó en la puerta para ingresar en el lúgubre conventillo. Al ingresar, lo recibió el dueño, quien les dijo que esa señora hace años que vivía en el lugar y si bien no le agradaban mucho las visitas, la verdad es que era una inquilina que nunca se atrasaba en la renta, que no molestaba pero que, si bien no creía en esos rumores de magia negra, le daba cierto temor la posibilidad de que incurriera en algún hechizo. Así que no veía motivo para molestarla.

John camino por el pasillo y tras atravesar un patio subió una escalera para dirigirse a la última habitación que era donde vivía la anciana. Se detuvo frente a la puerta e hizo sonar una campanita que estaba al costado de la puerta. A los minutos se escucho una voz diciendo ahí voy… Hasta que, con un chirrido de la puerta, salió una anciana de tez oscura con el pelo blanquecino y con un ojo medio tuerto.

Lo vio a John y le dijo ahh ya veo es usted. Pase.

La habitación era pequeña pero acogedora en las paredes había máscaras y amuletos, a lo lejos una pequeña biblioteca, una cama y una mesita con unas velas.

La mujer dijo:¿ Para que ha venido aquí?¿Tiene problemas con su esposa?¿Algún amante?¿Mal de ojo?¿Empacho? No creo que sea fortuna lo que usted necesite.

El hombre que se había informado bien con sus libros le dijo sabe creo que han hecho un hechizo sobre mi, un hechizo vudú de amor y quisiera quitármelo creo que es un Ayida-Wedo.

La anciana, escucho la palabra y ,con una mueca en su boca, le dijo ah así que ese era el asunto bueno en todo caso veremos que podemos hacer con eso.

Se levantó de su asiento y con la ayuda de un bastón se dirigió a la biblioteca donde saco un libro. Luego se volvió a sentar y lo puso en la mesa. El libro tenía una tapa oscura, con unas letras en francés.

La anciana dijo: así que Ayida-Wedo hechizo de amor, bueno vamos a tratar eso. Saco unos inciensos, los prendió y , leyó unas palabras incomprensibles. Luego le dio a Jhon un amuleto que era igual al de su empleada.

Mientras hacía esto, John, miraba detenidamente el libro y lo que hacia la anciana. Luego tomo el amuleto y le pregunto cuanto debía pagar por el trabajo. Ella respondió que era gratis.

Jhon- agradeció, pero antes pregunto: Sabe usted, he leído sobre esta magia y otras, según  el colgante que usted lleva puesto usted es una bokor

La anciana dijo-no necesariamente.

John-Sabe he leído que hay un tipo de hechizos. Magia negra mas específicamente, una que controla a las personas.

Anciana: Si se refiere a los muñecos vudú yo no hago ese tipo de hechizos

John: no, no me refería a eso me referia a uno que lo llaman polvo de muerto, dicen que convierte a las personas en "isithunzela"

Anciana: Con un tono de fastidio- Mire, yo no se qué vino a buscar aquí pero le daré un consejo: no trate de jugar con esas cosas ya que puede abrir cosas terribles y puede salir lastimado. Así que le pido que se retire 

John enojado por la respuesta de la anciana, pero viendo el libro que tenía la señora, se retiró.

 Sin embargo, a los pocos días, unos hombres entraron al conventillo y robaron a la anciana, particularmente su libro, dos amuletos y una máscara.

Esta situación preocupó al dueño del lugar y enojado le dijo a la señora que empiece a buscar un nuevo lugar porque ya no era bienvenida en él.

Paso un mes de aquel encuentro, y el dueño del conventillo se apiado de la señora y le permitió quedarse un tiempo más. Fue allí una mañana cuando nuevamente una limusine con una custodia se detuvo en el conventillo y pregunto por la señora. Pero está vez se trataba de una mujer.

La dama ingreso al conventillo y preguntó por la anciana. El dueño, asustado, pidió disculpas por no haberla echado y que lo haría inmediatamente. La mujer solo quería ver a la anciana así que el dueño le indicó donde vivía. 

La mujer subió las escaleras y sonó la campanilla. La anciana, asombrada, salió a recibir a la dama. ¿Quién sería?  

Era la esposa del Sr. John Kingsday, quién al ver a la longeva mujer esta se presentó.

Esposa de Jhon: Hola vengo a agradecerle y devolverle algo que es suyo.

Anciana: ¿Agradecerme? ¿por qué?¿devolverme?

Esposa de Jhon: Tome esto es suyo – le dijo y le dio el libro robado que era de la anciana.

Anciana: pero como, de donde sacó usted esto y como sabe que es mío.

Esposa de Jhon: Sabe hace mucho que tiempo que mi esposo venia obsesionado con quitarle la fortuna a su ex – competidor, la verdad nunca se por qué. La cuestión es que hace unas semanas, empecé a notar un comportamiento raro en John con muchas horas en la biblioteca.  Sin embargo, una mañana desperté y mi esposo no estaba durmiendo junto a mí, lo empecé a buscar por la casa hasta que la servidumbre me dijo que el Sr. Estaba en la biblioteca donde había pasado la noche.

Cuando entre encontré a mi esposo sentado, con el rostro pálido, sin gestos y frente a él una máscara, velas, dos amuletos y este libro. Me asuste al ver así a mi esposo y llamé al médico. El cual me dijo que estaba bien de salud, posiblemente tenía stress. Lo que no me convenció, lo notaba diferente, no era él hasta que me di cuenta que si bien no era el hombre con el que me había casado empezó a responder a mis órdenes de todo lo que le pedía. Como un sirviente de las más absolutas lealtades, lo que la verdad si bien al principio me generó cierto escozor, luego me empezó a agradar cada vez más.  Y así, desde ese día la relación con mi marido se ha vuelto óptima.

Esta situación me llevó a los pocos días a retomar aquellas cosas que estaba en la biblioteca. Fue allí que mirando el libro, el cual estaba en francés, encontré un papel con esta dirección. Y aquí estoy para agradecerle y devolverle su libro.

Pero también ya que estamos aquí me da curiosidad saber que le paso a mi marido.

La anciana, miró detenidamente a la mujer y apretando los labios le dijo:

Bueno, ya que esta todo hecho le diré. Yo le advertí a su marido que con la magia negra no se juega. El busco un hechizo de "isithunzela", que no es otra cosa más que convertir en zombis a las personas para controlarlas.

Su esposo, seguramente confiado de sus estudios pensó que con el libro podía hacer ese hechizo. Pero lo que parece que no se dio cuenta es que el libro esta en francés, pero la lengua original de la magia es Zulú. Es decir solo sabiendo el idioma y el conocimiento de los boko se puede hacer un efectivo control de la magia, ya que de no ser así puede generar un efecto contrario o que se liberen demonios de todo tipo.  Evidentemente lo que ha ocurrido es que queriendo hechizar a su rival Jhon se convirtió en un zombi.

Realmente, no se cómo se puede deshacer ese hechizo pero creo que debe haber una manera.

La mujer se quedo pensativa por un momento y luego dijo:

Esposa de Jhon: Ah así que un hechizo, bueno muchas gracias lo tendré en cuenta, por si acaso. Pero por el momento creo que con John estamos de maravilla. Así que bueno una cosa mas antes de irme.

La mujer, hizo unos aplausos y un hombre salió del coche que estaba en la puerta, era Jhon que con unas llaves en las manos se paró al lado de la mujer. La anciana, no entendía que pasaba.

Esposa de Jhon: Son las llaves de su nueva casa, creo que no la quieren por aquí, tómela en agradecimiento por los servicios prestados. Y bueno John también vino para agradecerle, desde que ha estado con su libro nuestro matrimonio esta viviendo sus mejores épocas.

Y así la anciana tomo las llaves, confundida pero también con cierta tranquilidad por su nuevo hogar, mientras, retirándose, se subía a la limousine el zombie de John Kingsday.


miércoles, 25 de junio de 2025

Morois en lomas de zamora


 


Foto: Diario La Unión

Por Jabond

Si bien los registros son escasos, todavía por Lomas de Zamora se pueden escuchar algunos relatos sobre unos extraños sucesos que ocurrieron haya por la década del 30.

Todo comenzó cuando cerca de las granjas, de lo que fue la colonia escocesa, aparecieron muertas algunas vacas. Lo más extraño fue que los animales estaban completamente intactos salvo por unos orificios en paralelo que aparecían en sus cuellos, a modo de mordedura.

Este hecho, no genero mayor preocupación de los granjeros más que en prestar mayor atención a sus animales si no fuera que, a los pocos días, a unos kilómetros unos caballos sufrieron un ataque similar.

La muerte de los animales provocó un revuelo en el poblado por el cual fue publicitado en los diarios locales. Si bien, en un primer momento, se lo atribuyo a un malón de indios que, raramente, había reaparecido y estaba atacando los animales. Esto tuvo como consecuencia que los granjeros mejoraran la seguridad en la zona.

A su vez por ese tiempo, el hospital psiquiátrico albergaba a su primer residente masculino el cual, en su locura, estaba confiado de haber visto al Lobizón. Juraba que un hombre se había convertido en lobo y que estuvo a punto de atacarlo, justo cuando el paso del tren lo espanto.  Pero seguía convencido que había visto a un hombre lobo.

Con este hecho, las autoridades,  empezaban a ver con preocupación lo que estaba pasando y  creían de un posible brote de rabia por la zona de Turdera, donde dijo el hombre haber tenido el encuentro.

La situación cada vez se tornaba más crítica, los hechos extraños corrían por la zona y algunos decían que en realidad se trababa de Walicho, un ser mitológico de los querandíes que había salido a hacer sus andadas. Ya que, por donde hoy son las calles las Heras y Tucumán, arando la tierra en  las quintas, habían encontrado huesos y puntas de flecha en lo  que claramente era un cementerio  de los Querandíes y que lo habían removido. En castigo este ser andaba buscando venganza.

La noticia llego al obispado local lo que llevó a hacer una misa en la zona a modo de espantar a los malos espíritus.

Sin embargo, todo cambio, cuando una mañana entre las espesas neblinas de la Laguna de Santa Catalina fue encontrada una mujer muerta con el mismo patrón de orificios. Aunque el espanto corrió mucho más por la región cuando en pleno velatorio de la nada se despertó. Los médicos atribuyeron a un ataque de catalepsia, pero la mayoría de la gente atribuía a que esa mujer había vuelto de la muerte.

Días después, una noche lluviosa y oscura cerca de las vías nuevamente una mujer fue abordada. La cual al ser vista por un oficial de policía, mediante unos disparos al aire, logro asustar a su atacante que desapareció entre la oscuridad. La mujer curiosamente había tratado de ser mordida en su cuello.

Los hechos fueron alcanzando un punto crítico cuando: las apariciones de hombres lobo, los aullidos por las noches, animales muertos y el aumento de la actividad de murciélagos por la noche iban generando un clima de histeria colectiva.

Fue allí cuando la policía local logro hacer un mapa de los hechos y noto que si bien ocurrían en una zona en particular, dentro de la misma se hacía un claro, una subzona que parecía no ocurrir nada rompiendo el patrón de actividad. Esta zona estaba entre las calles Castelli y San Martin.

Cuando se dirigieron al lugar, recordaron que allí mismo hace un año se había terminado de construir un hermoso Castillo de estilo Europeo inspirado en los palacios Rumanos. Si bien su dueño no era conocido, se sabía, por la casa de crédito, que el mismo estaba viviendo en él hace un año.

Luego de juntar todos los indicios, una patrulla de policías se dirigió al Castillo.

Eso mismo ocurrió por la mañana. Aunque con sorpresa, cuando se encontraban en el lugar se enteraron que esa misma noche el dueño del Castillo se había marchado con un destino incierto. A partir de su partida, todos los hechos extraños que atormentaron la zona desparecieron.

Con respecto a la prensa local, lo sucedido fue simplemente atribuido a un ataque de rabia. Aunque, para muchos que habían migrado desde Europa siempre lo recordaron como un caso de vampirismo y durante muchos años colgaron ajos en las puertas de sus casas como precaución.

Con respecto al Castillo finalmente quedo a cargo del arquitecto que lo construyo y el cual todavía llama la atención de los transeúntes por su halo de belleza y misterio.

IA


lunes, 23 de junio de 2025

La sortija

 


Foto: La Gaceta


Por Jabond

 

Esta historia le paso a un camionero que se dirigía hacia La Quiaca una noche oscura, fría y seca.   

Luego de girar en una curva, al costado de la ruta una joven se le apareció.

El camionero al ver a la chica, sola, en medio del camino se detuvo para preguntarle si estaba bien y si necesitaba ayuda.

Ella le agradeció por haberse detenido y le dijo que había perdido el ultimo colectivo y si podía llevarla en camino hacia Cafayate. El camionero que se dirigía hacia allí le dijo que si, que no habría problema y subió a la joven. Emprendieron viaje, en el cual la chica permaneció en silencio.  

Luego de un rato, inesperadamente, el camión empezó a tener problemas, al cual la experiencia del conductor le permitió hacer una voltereta y estacionar al costado de la ruta.

Sorprendido, el chofer, se bajó a revisar el vehículo.

Levanto el capot, lo miró y le intento dar arranque. Luego de un par de crujidos del motor, entendió que posiblemente se le había terminado la batería y se dio cuenta que estaba en el medio de la nada, sin medios para repararlo. 

 Fue allí que vio a lo lejos una casa con las luces encendidas y le dijo a la chica que lo espere que iba a pedir asistencia.

Al acercarse a la residencia se dio cuenta que era una despensa de comidas. Golpeo sus manos al grito de hola y un hombre, con mirada extraña, le abrió la puerta.

Le conto lo que le sucedía y este decidió acudir en su ayuda. Pero antes, el camionero pidiendo disculpas, pidió si podía usar el baño.

El hombre, como si estuviera molestando, le dijo que en la parte de atrás había un baño y que podía usarlo. El camionero dio la vuelta al negocio y a unos metros vio el baño al cual que se abalanzo rápidamente. Al salir, ya más relajado, camino unos metros y tropezó con una rama con algo incrustado, algo muy brilloso.  Le pareció muy bonito y, rápidamente lo arranco de la rama y se lo puso en el bolsillo.

Volvió con el hombre, que ya presentaba cierta incomodidad, y fueron al camión. Al llegar, sacaron los cables y la batería que habían llevado, pero al probar el primer arranque el motor encendió como si no hubiese tenido problemas. A lo que incómodamente, el camionero, agradeció y decidió retirarse lo más rápido posible. 

A los pocos metros, se dio cuenta que la chica no estaba.

Detuvo el camión, se bajó, pego unos gritos para llamar a la joven, pero nada, solo el vació de la noche. Finalmente decidió continuar con el viaje.

Luego de manejar unas horas, llego a una estación de servicio donde se propuso un descanso.

Fue hasta la despensa cargo agua para el mate y se metió nuevamente al camión.

Mientras tomaba mate se puso a ver ese extraño objeto que había encontrado, después de limpiarlo un poco se dio cuenta que era un anillo de oro, con una inscripción.

De repente escucho un golpe en la puerta del camión, casi tirando el mate vio por la ventana que era la joven que había levantado en la ruta y que había perdido, hace varios kilómetros.    

Camionero: Hola que susto que me diste ¿Qué haces acá? Te perdí en la ruta

Joven: Si mil disculpas es que justo paso una grúa y me trajo hasta acá. Pero gracias por haberme llevado de todas formas.

Y así se pusieron a conversar, luego de varios mates, noto algo extraño de la joven, le faltaba un dedo, y se le paso por la cabeza preguntarle ¿por qué le faltaba el dedo?, la joven esquivo un tiempo la pregunta hasta que accedió a contarle.  

Joven: Es que, en realidad, yo trabajaba o más bien había trabajado en aquella despensa, bueno si le dicen trabajar a eso. Y bueno, mas allá de todo yo tenía un anillo de oro que me había regalado mi padre, que lo tenía siempre en mi mano.

Bueno-dijo mofando- Una noche había salido para ir al baño, ese baño solitario tras la despensa en una noche oscura, sin luna.  Cuando, un cliente me siguió y para mi mala suerte me tropecé y caí al piso. Fue ahí, cuando este cliente vio el anillo y, sin dudarlo, me lo arranco junto con mi dedo.

El camionero quedo completamente impresionado por aquella horrible escena.

Camionero: Pero ¿quién puede hacer semejante aberración?, ¿no llegaste a verlo para denunciarlo?

Joven: Si, claro que lo vi, claro que lo vi lo que pasa es que este dedo, este dedo me lo cortaste ¡VOS!

El camionero pego un grito y se dio cuenta que en realidad se había quedado dormido en el camión. Aunque ahora todo lo vivido en la ruta y ese anillo ya le resultaba muy perturbador y no le apetecía tener esa sortija ni un minuto más. Sin embargo, al ser de oro veía que podía ganarse unos pesos, así que se dijo en la próxima ciudad que pueda lo venderé.

Al llegar a la siguiente ciudad, con mucho cansancio y hambre fue a un bar a comer algo. Mientras comía agarro uno de los diarios que había y se puso a mirarlo.

Paso varias páginas, hasta que llegó a los policiales y cuando vio la nota principal un frío le recorrió todo el cuerpo. La nota se titulaba:

Horror en la ruta, incendio en casilla rebela fosa común.

Más de 13 cuerpos de mujeres enterrados entre ellos, posiblemente, el de Juana Pizarro desaparecida hace 5 años.

Y en el medio fotos de las jóvenes desaparecidas. Una de ellas era igual a la joven que había levantado en la ruta, lo que lo dejo aterrorizado.

Pero mas terror le dio, al sacar el anillo del bolsillo y ahora si poder leer claramente escrito Juana Pizarro.


martes, 27 de mayo de 2025

Los espíritus de Minas Capillitas

 



Por Jabond

 

-Otro día más en la mina sacando piedras rosas para nuestro patrón. Si bien la revolución nos liberó de los españoles, estos gringos han ocupado su lugar. Pensar que esta piedra rosa era sagrada hace antaño y ahora nos esclavizan para sacarla de la montaña.

-Si bien la paga es poca, no es eso lo que me da rabia. Si no el hecho de que todos los días hay accidentes y mueren trabajadores como yo. Y, el diario, que, es de los dueños de la mina, no hace ni una pequeña línea de mención en recuerdo de los fallecidos. Algunos, ni siquiera reciben entierro ya que se quedan sepultados bajo las rocas.

 -Pero esto se va terminar esta noche. Esta noche realizaré mi venganza, aunque sea para aplacar la bronca. Lo haré en venganza de los caídos, que a veces me hacen pensar que estoy loco. En especial, cuando escucho sus voces en la mina pidiéndome ayuda.

-Solo con estos elementos un poco de dinamita, que guarde, y un poco de ese aceite extraño que han traído de la ciudad, lograré mi cometido.

-Y así fue que, esa noche en Minas Capillitas, mientras todos dormían, un fuerte estruendo y una gran llamarada, que iluminó la noche, despertaron a todo el pueblo. Al apagar el incendio, solo quedaron unos carbones encendidos de lo que era el diario del pueblo.

-Pero más sorpresa se llevaron, cuando al día siguiente fueron a la mina y esta había sido detonada. Todas las galerías habían quedado sepultadas bajo escombros, y a lo lejos una piedra tallada que decía: “Aquí yacen los mineros del Valle y tantos otros trabajadores solo conocidos por Dios”. Ya nadie podría seguir extrayendo el mineral y los trabajadores caídos descansarían, al fin, en paz en el corazón de la montaña.

-Lo más curioso. Es que nadie noto, que también esa noche, mientras todo ocurría, varios caballos escaparon de sus establos.  En uno de ellos, cabalgando a toda prisa, el minero con una sonrisa, burlona y sin rumbo, dejaba atrás el pueblo sabiendo que había logrado cumplir su venganza, había logrado al fin un acto de justicia.

IA

domingo, 27 de abril de 2025

La taba

 



Foto: Revisionistas.com.ar

 

Por Jabond

 

Era otra vez luna llena allá por las tierras de Rauch, Pedro iba en su caballo a toda prisa, otra vez ,encontrarse para los juegos. Eran tiempos de la casa de remates Bullrich donde muchos descendientes de españoles buscaban incrementar su fortuna apostando.

Para Pedro, ya era la décima quinta vez que ganaba y esperaba una nueva victoria. Sin embargo, esta vez, era diferente ya que había logrado encontrar un contrincante del cual, al obtener la victoria, se haría con una gran cantidad de tierras que lo harían un gran terrateniente comparable como los Alzaga y por tal motivo sería el último juego.

Otra vez, como era de costumbre, había salido sin avisarle a su familia, la cual siempre le reprochaban. –“Papa para que juegas. No es necesario más dinero con lo que tenemos pueden vivir hasta nuestros nietos sin trabajar”.

Aun así, para Pedro no era suficiente, quería mas y sabía que podía obtenerlo, es mas la mayoría de su fortuna la había logrado con el juego y esta vez no sería diferente. Confiado, ya que hace tiempo, luego de ese encuentro con una india, haya por el paraje el Gualicho en la pulpería de Las Flores, quien, en agradecimiento por haberla ayudado a escapar de unos oficiales y dado una bolsa con pan para comer, le obsequió un amuleto, un hueso de guanaco tallado. El mismo, tenía el poder de darle buena suerte a excepción, y por eso debería tener cuidado, de que se apareciera la luz mala. Esta, que para los pobladores no son otra cosa que almas en pena, tenía un efecto en el amuleto invirtiendo su poder, es decir de ser un amuleto de la buena suerte, se convertía en un amuleto de la mala suerte.

El amuleto, cumplía su poder a la perfección. Desde que se lo habían regalado no había perdido una sola apuesta, prestando siempre atención y para ello preguntaba a los pobladores y estaba atento ante cualquier ladrido especial de los perros o comportamiento extraño del ganado que advirtiera de la aparición de la luz mala.

Esa noche cabalgo desde Rauch en dirección al fortín de Tandil, pasada una hora a lo lejos se comenzó a ver unas fogatas, que indicaba que se acercaba al lugar de encuentro. Esa noche, a diferencia de otras veces estaba muy confiado incluso algunos pobladores habían dicho que se había aparecido la luz mala y, esta vez no le dio la mayor importancia. Ningún alma en pena podría quitarle el triunfo esa noche.

Al llegar fue ayudado a dejar su caballo, recibió con una ginebra de cortesía y espero unos minutos hasta que finalmente su contrincante hizo su aparición. Luego, jurado de por medio firmaron los papeles para la contienda, si bien iba dispuesto a todo en un principio decidió solo jugar algo, pero luego dijo es “todo o nada”.

La partida sería de truco y ganaría el que sacará 3 juegos de diferencia, de no ser así seguirían jugando hasta que se cumpla y el horario máximo era antes del amanecer.

Era una noche de luna llena, calma, donde el aire se hacía espeso y las luciérnagas poco a poco se iban apagando para irse a dormir. Frente al páramo había una gruesa arboleda, donde los pájaros dormían. Así comenzó la partida.

El juego comenzó de manera apasionante ante la vista de los pocos espectadores, la primera mano fue para Pedro y la segunda para el contrincante. Luego Pedro volvió a ganar y ganó otra vez, y cuando esperaba la victoria fue derrotado no una sino dos veces. Otra vez estaba en foja cero. Luego Pedro comenzó a perder, perdió una vez, y otra vez, traspiraba y estaba perdiendo la tercera partida. Perdería todo, así que metió la mano en su bolsillo y agarro fuerte el amuleto, en seguida recibió una flor de espadas, eso le permitió remontar la jugada y ganar esa partida. Volvió a ganar, estaba otra vez en empate y sacó ventaja. El tiempo parecía haberse difuminado y el cielo se había cubierto de nubes que ocultaban la luna. De repente se empezó a escuchar unos ruidos, que no se sabían de donde eran, hasta que se dieron cuenta que eran los pájaros. Ya eran las cuatro de la mañana el tiempo corría y no quedaba mucho mas para continuar con el juego. Continuaron un rato mas con un par de manos, pero seguían en empate. Así no habría un vencedor.

Entonces, el juez, dijo- hay que frenar la partida. De esta manera, no habrá ganador y aquí alguien tiene que ganar y el tiempo nos apremia. En estos casos nuestra asociación marca que debe resolverse de otra manera-.

Pedro y su contrincante se quedaron perplejos no entendiendo de que se trataba.

El juez dijo- en estos casos debe resolverse por “taba” -

La regla no convenció a ninguno de los contrincantes, pero ellos sabían que así eran las reglas y en caso de retirarse ambos perderían todo. Había que elegir “culo” o “suerte”.

Primero había que elegir qué cara le tocaba a cada uno. Para ello sacaron un mazo, lo dieron vuelta y cada uno sacaría una carta hasta sacar el 1 de oro. Quien lo obtuviese no se llevaría la suerte.

Comenzaron a sacar de a uno las cartas, hasta que una sonrisa se asomó en Pedro al ver que su contrincante sacaba el uno de oro y a él le tocaba la suerte. Todo era perfecto.

Así el juez procedía a tirar la taba. La tomo, y con fuerza la arrojo por el aire . La taba giraba y giraba hasta que en el cielo se dio vuelta y se dirigía hacia el suelo con la suerte que se clavaría en la tierra. El tiempo parecía pasar en cámara lenta, la sonrisa de Pedro se agrandaba cada vez más , pero de repente un rayo de luna se asomó en el monte y casi por arte de magia  y ,trágicamente para Pedro, la taba se daba vuelta y caía “culo”, con un tono rojizo que la cubría como si tuviera algo de sangre.

Pedro se agarró la cabeza y cayo arrodillado al piso. No lo podía creer, no entendía, como era posible, había perdido todo en un segundo. Luego de estar un instante anonadado levanto la cabeza, con los ojos llenos de lágrimas, y vio a lo lejos una tétrica luz roja que desaparecía en el horizonte, cual alma en pena, mientras las primeras luces del alba se asomaban.

El juego había terminado y el final había sido trágico para el. Que haría, que le diría a su familia. Entre llantos y sin decir nada se subió a su caballo y partió. No sabía cómo decirle a su familia que debían abandonar la estancia, así que pensó en lo peor, en quitarse la vida y se dirigió a la Laguna Colorada. Al llegar a la misma, con su caballo, pensó en arrojarse y ahogarse en sus aguas. De repente una voz se escuchó a lo lejos diciendo no lo hagas. Era su hijo mayor Antonio.

Pedro, estupefacto, no sabía cómo decirle, pero Antonio, que se había dado cuenta, le dijo- está bien papá hemos perdido todo lo material, pero no lo mas importante que somos nosotros. Estamos todos y estamos juntos. Nos iremos de aquí y comenzaremos en otro lado. -

Fue así que luego de un abrazo, ambos subieron a sus caballos y volvieron a la estancia. En la misma, su contrincante ya los esperaba para cobrarse su victoria. Pero también su esposa y sus hijos con el equipaje ya hecho. Así, que casi sin mediar palabra subieron las cosas que pudieron llevar al carruaje que tenían en la estancia y partieron con rumbo desconocido en la Pampa. Al andar unas horas, Pedro metió su mano en el bolsillo y saco el amuleto.

Su hijo Antonio le pregunto- ¿que es eso papá?

Pedro miro a su hijo y con todas sus fuerzas arrojo el amuleto al campo y dijo- nada, algo de lo que nunca debí haber confiado ciegamente, las almas en pena por algo lo están.

Antonio no entendió a que se refería y Pedro dijo-Pero tenes razón, en algo tenemos suerte nos tenemos a nosotros y comenzaremos de nuevo en otro lugar.

Y así comenzaban su travesía a ese océano de pajonales y monte de la pampa Argentina para comenzar de nuevo dejando atrás la estancia, las apuestas, el pueblo de Rauch y las almas en pena que llevaban en el amuleto.

IA

 



miércoles, 9 de abril de 2025

La transformación

 





Foto:Heraldo 13


Por Jabond

 

En el planeta Zircón habita una colonia de humanos que migraron desde la tierra unos siglos después de que se inventaron los viajes espaciales. Ellos se establecieron, en dicho planeta, a causa de creencias que planteaban que el hombre no era originario de la tierra si no que provino del espacio. Sus explicaciones se basaban en que el rápido dominio y daño al planeta tierra por parte del ser humano, ya sea por contaminación, por superpoblación o guerras se debe a que se trata de un proceso vital similar a cuando una especie exótica se incorpora en un ecosistema extraño. En donde, esta especie extranjera, al encontrar un ambiente favorable y no tener depredadores naturales, se expande sin control y termina cambiando completamente el ecosistema dominándolo.

Por su parte, ellos descreen de la teoría de la evolución, ya que consideran que no hay una continuidad entre los homínidos y el hombre. Esto se debe a que este apareció posteriormente sin un eslabón concreto entre las especies autóctonas y el hombre. La diferencia la asocian a la inteligencia superior del ser humano, la cual se pudo ver en el desarrollo rápido de la ciencia ,la agricultura y en especial monumentos como las pirámides de Egipto la cuales, para ellos, la única explicación de su construcción es el uso de poderosas naves espaciales capaces de levantar grandes y pesadas rocas o con potentes rayos láser poder dibujar la tierra como en Nazca- Perú-, tallar montañas como en China e incluso la Atlántida no es otra cosa que una antigua base submarina. Es mas la idea de un dios no es otra cosa que la nave espacial Nodriza que los trajo y por algún desconocido suceso se perdió contacto con ella hace miles de años.

Fueros estas suposiciones sumado a lo ocurrido en el  año 2100-cuando los viajes espaciales comenzaron a hacerse más frecuentes y encontraron vida extra-planetaria, mas la detección, años después, de sonidos que únicamente se podían obtener del uso de los discos de oro con música de la tierra que fueron  incorporados a las zondas espaciales Voyager en 1977-, que  quedó comprobado que  esta “Fe” en el hombre extra-planetario era real, y al provenir del planeta Zircón(que estaba a varios años luz de la tierra), su creencia estaba completa y por tal motivo debían volver a casa.

    Si bien esto se produjo en el año 2100, pasaron varios siglos hasta que finalmente se desarrollaron las naves espaciales para poder encarar un viaje de tantos años y los fieles pudieron conseguir las suficientes naves y recursos para poder trasladarse al planeta. Al cual luego de toda una odisea pudieron llegar. Sin embargo, en su arribo a Zircón lo más sorprendente, además de la alegría, fue que el mundo estaba habitado.

Cuando, descendieron y  pudieron establecer contacto vieron que en los habitantes del planeta eran unos seres que, sorpresivamente, convivían con humanos,  incluso compartían su idioma. Es mas, en su llegada le ofrecieron ayuda, comida y techo para que pudieran instalarse. Otro fundamento que fortalecía su fe. Sin embargo, pudieron notar que en realidad que estos humanos, por su idioma, vestimenta y por sus conversaciones habían llegado al plantea por diversas causas en los últimos 500 años. Aunque los seres vivían hace muchísimo tiempo en el lugar.  

Sin embargo, si bien por un tiempo el trato fue cordial y una parte  de los viajeros se incorporó a la vida del plantea Zircón, hubo un sector de los creyentes y sobre todo algunos líderes espirituales que pusieron la voz en alto y acusaron a estos seres y a las personas que estaban de que en realidad habían usurpado sus tierras que por derecho divino les correspondía y que los humanos que convivían con esas criaturas en realidad estaban siendo manipulados por capacidades de hipnosis vinculadas a ciertos microorganismos que tenían los seres, que  interferían en la mente de la personas y  hacían obedecerles a ellos. Luego un incidente nunca aclarado donde hubo una explosión y fallecieron miembros de la nave pero también seres, fue utilizado como excusa para acentuar la división ente seres y creyentes. 

A partir de allí, este grupo comenzó la construcción de la colonia que fue desplazando a los seres y estableciéndose en el planeta Zircón. Para ello se plantearon un régimen de vida estricto hasta poder establecerse completamente y quitar los vestigios de aquellas criaturas.

De esta forma, es que se estableció la vida, de los hombres y las mujeres, que crecían en la colonia desconectada de lo que pasaba afuera de ella. Para la subsistencia se estableció un estricto régimen de organización de la vida. Esta consistía, durante los primeros años en una importante escolaridad, formada en su fe y a partir de los 18 años la incorporación a las fuerzas armadas, separados de sus familias las cuales las jóvenes colimbas extrañaban profundamente. 

La incorporación al ejercito de los jóvenes consistía en dos años de preparación militar y en especial de un constante adoctrinamiento. En este momento, es donde por primera vez aparecía el conocimiento de los seres del planeta Zircón. Les inculcaban que la colonia estaba en peligro por estas criaturas, que no tenían alma, que eran malignas y que había que exterminarlas sin dudar ya que podían controlar tu mente y luego podría ir contra la colonia. Por tal motivo, debían adquirir una super-fuerza, supe-velocidad, precisión y audacia para enfrentarse a este poderoso enemigo y para ello se les suministraban un sinfín de drogas que incluso podían llegar aumentar la altura de los soldados.

Finalmente, luego de 2 años de instrucción, cuando cumplían 20 años tenían que pasar por la última etapa que consistía en poner en práctica lo aprendido para darle un cierre al servicio militar. Para ello se le daba una última preparación en donde se suministran fármacos mucho mas potentes y específicos para la misión. La cual, consistía en grupos que intervienen en el planeta con el objetivo de brindar seguridad a la colonia. Uno de estos casos del servicio fue el de Steven, un joven muy estudioso que incorporo profundamente la instrucción durante el servicio militar y que un mes de haber cumplido 20 años fue embarcado en la misión.  Algo que realmente era ansiosamente esperado por el , ya que habría incorporado un gran odio a los seres y porque también era la parte final de la instrucción militar, así podría volver a su madre que hace años no tenía contacto con ella como todos en la milicia.

Cuando comenzó la incursión militar, Steven se convirtió en uno de los hombres más brutales. En su división era el que con mas facilidad, y placer, asesinaba a las criaturas e incluso se mofaba de disfrutar de eliminar a las más pequeñas y reír de sus gemidos de dolor y de ayuda. Se mostraba jocoso con su accionar y solía armar cintas holográficas en donde guardaba sus hazañas al destruir a las criaturas, incluso bromeaba con sus cadáveres. Es más, aunque le parecía extraño, solía ver que estas criaturas tenían ropas y objetos de diversa índole como si fueran personas y mas de una vez hasta les pareció escuchar pedir piedad, pero siempre pensó que en realidad ellos querían jugar con su mente por medio de la hipnosis como le habían enseñado en el curso. De todas formas, eso lo hacía más gracioso, usar sus cosas jugar con sus objetos sus ropas, e incluso con algunos minerales preciosos, seguramente robados a la colonia.

Sin embargo, todo cambio una tarde, cuando salió en misión, ya le faltaban pocas semanas para el regreso y tal vez al relajarse olvido tomar todos los fármacos, que ingerían cuando salían en misión.

Esa tarde, en la misión, todo ocurría con normalidad siempre era la misma brutalidad, nada diferente a los otros días, hasta que ya casi al final de la tarea, cuando ingreso en una de las cuevas que incursionaban, ingreso a una de los cámaras que recorrían y le pareció que algunas de las criaturas que estaban persiguiendo tenían rostro humano. Rápidamente, se asustó  y llamo por el comunicador  a la base informando que había visto algo con rostro humano o quizás tenían secuestrado a alguien de la colonia. Desde la central, le dijeron que no prestara atención que finalizara lo más rápido que pudiera el entuerto y que regresara a la base. Si bien escucho, la orden decidió por un pequeño instante continuar y confirmar o no lo que había visto, fue allí que entro a la cámara y vio algo que lo desconcertó completamente ya que las criaturas que habían en la caverna eran diferentes a las anteriores eran parte monstruo y parte humana algo que lo dejo estupefacto mientras un fuerte dolor de cabeza lo atravesó y le hizo dar un fuerte que grito de dolor mientras con sus manos hacia una descarga de disparos, Al cual las criaturas escaparon rápidamente y un equipo que estaba cerca lo auxilió rápidamente y se lo llevo a la base.

    En la base, lo dejaron en observación descansando  y unos médicos lo revisaron para confirmar que su estado de salud era óptimo. Luego de corroborar que estaba bien y de unas horas de sueño, unos oficiales del alto mando fueron a visitarlo y le preguntaron sobre lo ocurrido en la misión.

    El les conto lo sucedido y de esas criaturas con partes humanas que eran diferentes a las que alguna vez había visto. Los oficiales le dijeron, que posiblemente eso ocurría luego del stress causado por las misiones y que podía ser un efecto de confusión de las criaturas que al estar cansado tenían más efectividad y estaban viendo algo humano cuando no lo era. Por tal motivo, decidieron que su estadía en el ejército estaba finalizada, sin embargo antes de retornar le sugerían, aunque medio obligadamente, unas vacacione en el planeta P#34, para descansar y luego volver a casa, ya sin todo el stress y cansancio del combate.

    Fue así que, más allá de lo sucedido, estaba feliz ya que su estadía en la milicia estaba finalizada y volvería, después de muchos años, a casa. De esa manera, se propuso ir a tomar la nave al planeta P#34. Sin embargo, algo no le gusto, no le convencía de esas vacaciones. Además de que extrañaba mucho a su madre que hace tiempo que no la veía. Así que decidió hacer caso omiso a las directivas y no encarar el viaje, total su servicio había terminado. Por la mañana, en vez de dirigirse al vuelo al planeta P#34 se desvió y fue a su casa para ver a su madre.

Cuando, llegó a la colonia, a su barrio, todo estaba casi igual a cuando había partido, pudo rápidamente identificar los hogares del barrio con sus calles, los robots que hacían las tareas cotidianas, y finalmente llego a su casa. Estaba ansioso por poder ver a su mamá, darle una sorpresa de que su hijo volvía a casa. Se paró en la puerta, apretó el llamador, y a los pocos minutos se escuchó una voz que decía que estaba saliendo. Hasta que su madre abrió la puerta y con toda la fuerza hizo un grito de espanto diciendo ¡Ahhh   un monstruo!!!¡ un monstruo! Ayuda!!!

    Steven no entendía nada, es mas quiso agárrala para decirle que no que era su hijo y lo único que logro fue que su madre entrara en pánico y saliera corriendo hasta que de repente se acercaron los vecinos que asustados miraban a Steven y llamaban a la policía, la cual curiosamente cuando llego tranquilamente le dijeron a las personas que se calmaran y le pidieron a Steven que los acompañara y que le explicarían lo que estaba sucediendo.

Los oficiales llevaron a Steven un lujoso hotel de apartamentos y allí le dijeron que cuando se parte a las misiones, sin darse cuenta, uno puede adquirir la forma de las criaturas o por lo menos a nivel mental hacer que otros los vean como esos seres, por eso eran necesarias las vacaciones en el Planeta P#34, ya que luego de un tiempo y de relax deja de actuar el efecto.

 Sin estar muy convencido de la explicación, Steven, decidió hacer caso y partir al planeta P#34 de vacaciones. En él, se encontró con muchos de sus compañeros, que estaban descansando, disfrutando de un hermoso lugar de esparcimiento, pero  aislado sin contacto con otras personas que no fueran parte del pelotón. Todo esto hasta que al final paso el tiempo estipulado y pudo regresar para encontrarse con su madre.

Al retornar nuevamente se dirigió a su casa y ahora si poder encontrarse con su mama. Aunque lo triste fue que esta vez fue peor a la vez anterior. Ya que al abrir la puerta su mama por un momento lo vio con una gran felicidad era su hijo pero al ver sus ojos, nuevamente salto en espanto a los gritos un monstruo, tu no eres mi hijo eres un monstruo que tiene forma de mi hijo forma de persona pero no eres mi hijo fuera de aquí. Los vecinos nuevamente salieron y otras vez amablemente la policía se lo llevo.

Steven, llorando, seguía sin entender. La policía, le explicó la situación y de que a veces los efectos continúan así que le consiguieron un buen lugar para descansar y en breve iría de vuelta con su mamá. Paso la noche en el lugar y después de mucho tiempo se vio al espejo se veía igual pero notaba algo distinto, no era el de antes, la misión lo había cambiado en algo pero no sabía que. Luego trato de dormir y no pudo así que decidido dar un paseo. En la caminata, paso por un lugar de esparcimiento y curiosamente vio a un hombre borracho sentado en el piso, frente a una pared,  y que le dijo ahí va un monstruo.

El, rápidamente, se dio vuelta e increpó al sujeto sobre lo que le había dicho .

 El vagabundo  le dijo-  eres un monstruo, como yo-

Steven ,no entendía y pensó ¿que eras un monstruo?

El vagabundo continuo- eres un soldado, yo solía serlo también, hasta que me di cuenta de lo que hice y ahí entendí todo. Las pastillas, la acción, las ordenes, la instrucción, lo único que hacía era cumplir órdenes y pensaba que estaba haciendo las cosas en las que creía y lo único que hice fue masacrar inocentes, quien iba a pensar que esas criaturas tenían almas sentimientos y que al final lo único que hacen es convertirte en un monstruo, eres lo peor. Esas cosas eran humanas y nosotros las destruimos. Lo que ocurre es que soy un cobarde.

Steven no entendía y para sorpresa de él una patrulla salió de la nada, golpeo al borracho y se lo llevo a Steven.Le dijeron que haga caso y que tomara unas pastillas, y que todo se arreglaría. Pasaron los meses volvió a casa y esta vez no había nadie, su madre se había mudado sin avisar. Sin embargo llego la policía y se lo llevo amistosamente otra vez. Los vecinos la habían llamado por que habían visto un monstruo.

Asi fue que Steven volvió a su lujoso apartamento y se quedó a vivir. Allí una junta médica lo venía a ver cada 3 días días y le daba unas pastillas para el stress, que era el supuesto causante de su situación. Durante unas semanas estuvo tomando las pastillas hasta que en la soledad las dejo para tomar alcohol y estupefacientes siempre pensando en todo lo sucedido, en las pesadillas que lo aquejaban, su madre y en que es lo que había pasado realmente en la misión. Algo no estaba bien, hasta que una noche se quedó pensado por que hicieron lo que hicieron, si quizás estaban equivocados, si en realidad todo fue simplemente un horror sin sentido. Esa idea quedo en su mente durante varios meses hasta que una noche, entre estimulantes, su sueño se prolongó de manera eterna.

A los pocos días, al no responder el llamado de la junta médica, la policía lo encontró en la habitación y llamaron a los oficiales haciendo alusión al código magenta.

Le avisaron a la base, quienes informaron otro caso más para la estadística. En la base, cuando los altos oficiales se enteraron, le informaron al  “Comando supremo”. En el cual, tuvieron una reunión. En las misma, ofuscado, el líder Supremo dando órdenes dijo: La próxima vez asegúrense bien de que los soldados tomen la estancia necesaria en el planeta P#34. La gente está más susceptible a los reclutas que vuelven del servicio. Están diciendo que son monstruos y las protestas se intensifican cada vez más. Hasta hemos encontrado personas que piensan que las criaturas son como nosotros y nuestros soldados son los verdaderos monstruos. Mantener ocupada la posición del planeta Zircón es central para el comercio intergaláctico y la extracción de minerales. Los jefes Superiores no tolerarán por mucho tiempo esta clase de insubordinaciones y nos harán pagar caro nuestra demora en obtener la limpieza del planeta.

 

IA

domingo, 23 de marzo de 2025

La sala de los cuadros

 


Imagen: https://es.wahooart.com/@@/9GEK9L-Francisco-De-Goya-


Por Jabond

 

Entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX la oligarquía terrateniente Argentina, enriquecida con el modelo agroexportador por la venta de carnes y cereales, disfrutaba y hacia alarde de sus riquezas a todo aquel que se pasara por Buenos Aires y por el mundo, en especial a los hombres de negocios. Tal era su riqueza, que algunos de sus miembros que odiaban el frío, solían pulular entre Argentina y Europa, en especial Francia, escapando del invierno en un eterno verano. Ellos solían recorrer Paris disfrutando todos los gustos de la clase alta Parisina. Caminar por los campos Eliseos, pasear por el Louvre y jugar en sus laberintos de enredaderas, ver la naciente Torre Eiffel para luego terminar en el Moulin Rouge o tirando manteca al techo en el Maxim, a modo de buscar hacer caer al suelo a las pobres prostitutas del lugar. Todo era pura diversión con los lujos que les podían proveer en Francia en un frenesí de frivolidad de consumo carnal. Sin embargo, si bien era la predilección de la mayoría de los jóvenes adinerados, algunos de ellos solían encontrar diversión o esplendor en otros aspectos de aquella Francia de la “Belle epoque”, como en la enciclopedia, la razón, los museos, el arte, la escritura, los palacios o callecitas y boulevares de la ciudad.

Tal era su esplendor que comenzaron a copiar aquella Paris en Buenos Aires. Para ello se pusieron en campaña y trajeron:  arquitectos, ingenieros, albañiles, adoquines y hasta tejas de Europa con el objetivo de construir una réplica de aquel paisaje parisino.

Sin embargo, este placer no quedo solo en sus calles también se trasladó a su curiosidad por los museos. Fue así que, en esos viajes, fue creciendo el interés por obtener aquellos objetos extraños de distintas partes del mundo y, por qué no, tener una colección personal, es más estaba la creencia que muchas de las nuevas fortunas del mundo se debían a la posesión de estos objetos, algunos de cualidades mágicas que son los que permitieron acuñarlas.

Es así que en los viajes a Europa comenzaron a verse, en la puerta de los hoteles donde se alojaban estos millonarios, vendedores muy extraños dispuestos a conseguirles por un precio acorde:  estatuas, cuadros, papiros, collares y objetos de diversa índole de las mas variadas partes del mundo, ya sea de Egipto, la India, Japón, China, Persia, Grecia, hasta incluso de algunas regiones del África. Cosas extrañas y curiosas que han generado una infinidad de historias como la de Fernando, un acaudalado estanciero que se había enriquecido después de la presidencia de Mitre, quién tenía mucho interés por estos objetos.

Todo comenzó una mañana en Paris en un muy importante hotel de lujo, cuando quiso llamar la atención, de todos aquellos que se albergaban en el lugar, a modo de mostrar su poderío y su riqueza. Para ello, se dispuso a comprar todos los objetos que le trajeran, es mas aquellos que tenían alguna leyenda mística o extraña se fueron convirtiendo en los de su preferencia, incluso llegó hasta pedir médiums y participar en sesiones de espiritismo, que estaban de moda, y adquirir elementos esotéricos de diversa índole. Tal fue la demostración de su riqueza que finalmente luego de una semana logró su cometido. Llamo la atención de un hombre muy poderoso que por esos días también se encontraba en Paris y gustaba de aquellos extraños objetos y sus encantos.

Una tarde, mientras Fernando esperaba la hora para ir al teatro, mientras se tomaba un brandy en el hotel, uno de los botones, que nunca había visto, se le acerco y le dijo:

-Disculpe caballero, no quiero molestarle, pero tengo algo para usted. Fernando se quedó sorprendido y hasta incomodo, quien era este sujeto para molestarlo. Sin embargo, el botones continuo.

-El señor Jakcson quiere conocerlo. Me dijo que le acercara esta carta y que él no tolera la impuntualidad.

-Fernando, con disgusto, tomo la carta y observó rápidamente que tenía un bordado de oro muy llamativo, lo que llevo a abrirla. Adentro había una nota, también con un bordado de oro, y esta decía

“Te espero, solo, a las 3:22 de la mañana en las puertas de las Catacumbas frente al cementerio de Montparnasse. No llegues tarde

Firmado: Jackson”

Realmente, toda la situación le llamo la atención, pensó realmente será Jackson, un hombre de EE.UU conocido por ser unas de las riquezas mas importantes del mundo, algunos dicen que fue a causa del comercio del opio y de esclavos, pero otros no saben bien el origen. Lo único es que era uno de esos hombres de la nueva elite mundial que eran de muy difícil acceso y por algún motivo le había permitido conocerlo.

La verdad no estaba muy convencido de la situación, pero la carta y el extraño sirviente le daban la sensación que era verdad. Es así que como no tenía nada que perder así que deicidio asistir al encuentro cumpliendo lo que decía la carta.  De todas formas, luego del teatro todavía tenía tiempo de cenar antes de que llegase la hora.  

Si bien no estaba del todo convencido con la situación, sentía por adentro que era verdad y la situación lo lleno de una ansiedad, que lo llevo a no poder disfrutar ni el teatro ni la cena. La cita se había convertido en todo. Pasaron las horas y se acercaba la hora indicada, en una noche donde una fuerte lluvia mojaba toda Paris. Con un temblor en todo su cuerpo finalmente decidió llegar al encuentro con el suficiente tiempo de no fallar en la puntualidad. Así que una hora antes, su carruaje lo esperaba. Al llegar al sitio,  se detuvo unos metros antes y le pidió a la custodia que lo dejara y lo espere en su carroza, a lo lejos, viendo lo que sucedía. Luego se bajo de su carroza y fue a la puerta de las catacumbas, en una noche muy oscura donde la lluvia caía sin parar.

Ya eran las tres y la lluvia no permitía visualizar la calle que estaba muy poco transitada, pero a las 3:22, exactas, una carroza de seis caballos se abría entre las gotas de lluvia y se detenía frente a él. Bajaron dos hombres robustos que miraron alrededor y dijeron

-dígale a su custodia que se retire y que no nos siga, si usted quiere conocer al Sr. Jackson. Lo traeremos de vuelta aquí en tres horas. Fernando dudo por un momento, pero al ver semejante carruaje, confió en que se trataba del Sr. Jackson así que hizo un gesto indicándole a la custodia que se acercara y les indico que se retiren y que regresen en tres horas.

-La custodia se retiró.

 -Luego, ingreso a la carroza, con los dos hombres y le dieron unas gafas oscuras de seda para que se cubriera los ojos, unos orejones de un fino algodón para cubrirse los oídos y le indicaron que no se las quite hasta que ellos le indicaran. Finalmente, el carruaje inicio su camino hacia la residencia donde se encontraba alojado Jackson.

La travesía era extraña, ya que por momentos la vibración del carruaje se detuvo como si estuviera flotando y sin saber cuánto tiempo había pasado, el coche se detuvo. Habíamos llegado a destino.

-Uno de los hombres le dijo ya puede quitarse las gafas y las orejeras. Se las quito y bajo del carruaje, se encontraba en una inmensa cochera y frente a la carroza una inmensa puerta de madera brillosa, donde lo esperaba un portero, y una escalera de un mármol azul resplandeciente. Al bajar un mayordomo le dijo:

-Bienvenido señor sígame por aquí el Sr. Jackson lo espera. Entro por la puerta y camino por un largo pasillo hasta llegar a un inmenso salón donde lo esperaba, sentado en un sillón con un respaldo alto con lo que parecía una calavera de madera con dos inmensos rubíes en la cabecera, una copa en mano y fumando un cigarrillo encastrado en una boquilla, el Sr- Jackson.

J-Bienvenido Sr. Fernando me alegra que haya confiado y venido a este lugar, el encuentro en el cementerio y la seguridad hace que muchos se acobarden, pero veo que usted es un valiente. Le juro que no se va arrepentir de haber venido.

F-Un gusto conocerlo-la verdad que había tenido miedo, pero quizás no era buen momento para demostrarlo- no voy a negar que logro impresionarme, pero miedo es algo que ha desaparecido de mi vocabulario

J- Ah me gusta su estilo, esos hombres corajudos como nosotros debemos escaparle al miedo. Pero bueno la verdad que no es eso porque lo he traído aquí. Seré breve, ya que no tenemos mucho tiempo. He visto que usted es como nosotros.

F- ¿Nosotros?

J-Si nosotros, aquellos hombres que entendemos que la riqueza se debe acompañar con otras cosas, sobre todo con las colecciones, con los objetos, con la magia, cosas que hacen que todo sea un poco más interesante.

F- Ah si claro, la verdad que si, eh recorrido todo París y creo que conocido a todos los vendedores de objetos y obras de arte creo que me he vuelto un gran coleccionista. Es mas un día debería venir a mi estancia y conocer mi museo personal. He conseguido hasta unas estatuas con unas extrañas piedras que parecen ojos y que lo están mirando.  O algunos jarrones de la dinastía Ming de hace 2000 años.

J-Ah sin duda, quizás algún me acercare, pero no me equivoco en que tiene un buen gusto por eso lo he traído aquí, quiero que vea mi colección de cuadros.

F-¿Colección de cuadros?-quedo sorprendido ya que le pareció como algo muy insignificante para tanto espamento del encuentro-, bueno, dijo Fernando como dudando, desde luego pero no creo que haya algo que me sorprenda.

J-Insitó, dijo en voz alta Jackson, conozca mi galería de cuadros no se va a arrepentir, es mas si quiere podemos apostar algo.

F-Apostar, - rió Fernando- no gracias, está bien no seré descortés por su invitación veré su colección de cuadros.

J- Maravilloso, no esperaba menos de usted. Venga sígame. Jackson se levantó de su sillón y le dijo-disculpe mi descortesía de no ofrecerle algo para beber, pero el tiempo nos apremia.

Luego iniciaron una caminata atravesando otro pasillo de un mármol blanco en las paredes hasta llegar a una puerta grande de madera rojiza.

J-Bueno, hasta aquí lo acompaño, ahora debe entrar usted solo. Mi galería tiene un tono particular y no quiero, por lo menos en un principio, influir en su percepción, así que adelante.

Fernando le parecía todo muy extraño, pero entro sin muchas vacilaciones.

La sala de los cuadros.

Dentro de la habitación, se encontró con una larga galería con ventanales y, en las paredes,  muchos cuadros. Los mismos, variaban de tamaño, que iban desde un simple portarretrato al tamaño de una pared de varios metros de largo y ancho. En los que pudo llegar a ver dilucido paisajes de bosques, escenas tétricas como sacrificios humanos, guerreros y retratos de personas con miradas siniestras.  Todos muy llamativos y de buena pintura, pero todavía comparables con algunas colecciones que había visto. Hasta que de repente mirando una pared, vio un cuadro que le llamo la atención: la imagen era algo simple, se trataba de un banco de plaza en una tarde otoñal rodeada de rojos fuegos de los árboles y de las hojas.

Se paró frente a él y lo comenzó a ver fijamente, los colores, los trazos comenzaron a hipnotizarlo en una platea de colores que escondían la escena. Hasta que sintió que esos colores lo hacían dar vueltas y de repente se encontraba frente al banco y frente al parque de colores de fuego. Alguna fuerza extraña lo había trasladado al parque del cuadro en una tarde otoñal de un rojo fuerte de las hojas.

Miro a su alrededor y comenzó a caminar en un bosque con una densa niebla que no permitía ver más allá de unos 10 pasos. Al poco tiempo, a lo lejos, vio unas siluetas que parecían ser personas a las que, sigilosamente se fue acercando  y vio que estas tenían máscaras  y se dirigían a un quiosco de música donde una pequeña orquesta estaba por comenzar a tocar. Todo era tan real pero también parecía un sueño, no sabía donde estaba realmente. Las personas se dirigían y la banda comenzó a tocar. Era una música que asemejaba una tempestad y que atraía  a todo aquel que la escuchara.

Para sorpresa de Fernando, que estaba tan concentrado con lo que pasaba en el kiosco de música, no vio un escalón y tropezó. El golpe lo expulsó de la escena y se dio cuenta que nuevamente estaba en la sala, sentado en el piso como si se hubiese caído al suelo.

Allí estaba estupefacto, ya que lo que había vivido era algo impresionante, nunca había imaginado algo así y se preguntaba que había sido ¿un sueño?¿un portal?¿algún alucinógeno?¿Realmente había pasado o fue un estado hipnótico?

Todavía estupefacto, en el piso miro para arriba y vio que una mano se le extendía para ayudarlo a levantarse, era el Sr.Jackson.

J:Tome mi mano, levántese. Vio, le dije que no se iba arrepentir

F: Pero ¿que fue eso?-dijo exaltado- de repente es como si hubiera viajado a un parque y que eran esas personas con máscaras.

J: Esos son los cuadros de mi galería exclusiva, que muy pocas personas en el mundo conocen.

F: Son algo extraordinario, la verdad me dan ganas de conseguir uno pagare lo que sea.-dijo Fernando exultante.

J:  Por desgracia para usted, y extraño para un hombre como yo, no están a la venta. Pero sabe, hoy esta de suerte seré generoso le regalare uno, elíjalo. -dijo Jackson , como midiendo el comportamiento de Fernando

Fernando comenzó a ver detenidamente los cuadros y a lo lejos vio que había una cortina- y pregunto ¿que hay atrás de esa cortina?

J: Lo sabía, sabía-dijo Jakcson de manera exaltada-   usted es de esos hombres con la audacia suficiente de no quedarse con la primera impresión. ¿Sabe haremos un trueque? Usted tiene que elegir.-dijo Jackson mientras movía extrañamente las manos.

F: ¿Elegir?

J: Si, le daré a elegir el cuadro o saber lo que hay atrás de esa cortina.

Fernando se quedó pensativo por un momento, la verdad que el cuadro era algo impresionante como para despreciarlo, pero quedarse con la curiosidad de lo que había en la cortina era una decisión aún más difícil. Sin embargo, pensó hacia adentro: si estos cuadros tienen estos efectos lo de la cortina debe ser algo sensacional como para perdérselo. Así que dijo:

F: Quiero saber que hay detrás de la cortina, desisto del cuadro.

Jackson sonriente dijo:

J:Usted es mejor de lo que creía. Me sorprende a cada momento. Adelante sígame.

Fueron caminando por la sala y Fernando vio que de repente la sala se hacía como una especie de altar que era tapado por una cortina de la cual ,al costado, caia un listón. Jackson, tomo la cinta y tiro de ella haciendo que la cortina se retirase. La escena, inmediatamente, cambio el rostro de Fernando.

    En aquella habitación, tras la cortina, en el medio entre candelabros con dos velas rojas encendidas apoyado en un atril había un libro cuya tapa parecía de piel de un rostro humano y arriba, en las paredes, había dos cuadros uno de ellos era como unos reptiles comiéndose unos niños mientras que el otro simplemente eran unos lobos y en el medio de los cuadros una calavera con dos tibias y abajo el número 322.

Fernando quedo realmente estupefacto. Jackson lo miro y le dijo:

J:Bueno este es el gran premio, esto es por lo que estoy aquí en estos días. Estamos de celebración, nuestra sociedad secreta cumple años.

F: Por eso los cuadros.

J: No, no los cuadros son de mi colección. Lo que está aquí, es lo que está en esta parte de la sala. El libro.  Traído de la Universidad de New Haven, el Necronomicon, el libro de los muertos. -Dijo Jackson, haciendo una reverencia.

Fernando quedo estupefacto, había escuchado de aquel libro y de sus conjuros, pero siempre se había pensado que era una fábula, un cuento de niños para que se portaran bien. Pero estaba frente a sus ojos. El libro de los muertos, un libro maldito que con solo leerlo, sin el cuidado correspondiente, podía dejarlo a uno ciego o completamente loco. Pero, quien pudiera controlarlo podría obtener hechizos, invocar demonios y demás artilugios que lo podrían ayudar a volverse de los hombres más poderosos del planeta. Ese libro, estaba allí frente a sus ojos.

J: Este es el libro de nuestra sociedad y usted ha sido un privilegiado en poder datar de su existencia.

Fernando seguía estupefacto, era real lo que estaba pasando. Además, porque ese libro se lo conocía por su recurrencia a los sacrificios humanos, en especial de niños y de que su lectura desconocida podía llevar a la ceguera o la locura.

F: ¿ese es el libro de los sacrificios de niños?

J: Bueno es verdad tienen sacrificios de niños, aunque nosotros solo los usamos en instancias muy especiales, quienes suelen recurrir mas a ese tipo de conjuros son los de New York que además por alguna razón que desconozco suele agradarles usar cabezas de reptiles. Vea el cuadro de arriba allí hay una representación.

Fernando que no había prestado atención con detenimiento miro detenidamente ese cuadro y efectivamente era un ritual de sacrificios. De repente Jackson le dio un empujón y le dijo:

J:Le sugiero, si usted es una persona impresionable y recuerda la escena del bosque, que no mire con detenimiento ese cuadro. Si usted es impresionable, no quiero que se ensucie la sala.

Fernando quedó estupefacto.

J:Pero bueno volvamos, sea usted un privilegiado de ser una de las pocas personas que conoce de esto y de nuestra sociedad. Pero veo que ya es hora de retirarnos, el tiempo es un tirano como un monarca. –dijo Jackson como bromeando

Fernando seguía estupefacto pero si bien la imagen le daba terror, todo el poder y la riqueza de Jackson y seguramente de quienes estaban con él lo hacían querer ese mismo poder y riqueza. Así que tímidamente pregunto

F:ese libro se puede copiar.

La pregunta hizo estallar en carcajadas a Jakcson

J: Me sorprende gratamente cada vez mas-dijo con una sonrisa- pero no, no se puede copiar aunque le diré un secreto. Este libro antiguo tiene copias, originalmente 80 pero creemos que seis son las que todavía existen. Tenemos este ejemplar aquí, otros dos más en EE.UU, uno en el museo Británico y otro en la biblioteca de Paris. Es decir, que queda un ejemplar, si lo encuentra será suyo. Es más, como muestra del aprecio que se ha ganado de mí, si usted encuentra ese ejemplar lo ayudaré a descifrar algunos conjuros. Pero, en fin, nuestro tiempo se acabó.

Fernando quedo estupefacto y solo atinó a decir, pero si eso llegara a suceder como me contactare con usted.

J: Usted sabe cómo, recuerde lo que paso en esta habitación, solo que esta vez hágalo en sus dominios. Venga salgamos de la habitación.

Salieron de la habitación, caminaron por el pasillo hasta el hall. Allí Jackson simplemente continúo caminando por un pasillo hasta desaparecer, muy descortésmente, y también lo esperaba un mayordomo que lo guio hasta la cochera, donde un carruaje muy lujoso distinto al anterior lo esperaba. Se subió, se puso las orejeras, el cobertor en los ojos y la carroza partió.

Luego de pasar un tiempo desconocido, la carroza se detuvo y se escuchó. Sr. hemos llegado.

Fernando se quitó las orejeras y las anteojeras, bajo del carruaje y estaba nuevamente en las puertas de las catacumbas.  La lluvia había parado, y el carruaje que lo había traído desapareció en la niebla como si se hubiera esfumado. A los pocos minutos se escuchó una voz

-¿Sr. Es usted? Era su custodia. Si aquí estoy, respondió Fernando, que rápidamente subió al carruaje y preguntó ¿pudieron seguir nuestro recorrido?

-Disculpe Sr. Lo intentamos, pero algo paso. una niebla y muchas carrozas salieron de la nada e hizo que le perdiéramos el rastro. Es mas no pudimos ver la carroza que lo trajo de vuelta. Todo fue muy raro.

Fernando acepto las disculpas y agarrándose la barba con la mano se quedó pensando en lo que había pasado, en los cuadros, en el quiosco de música, en el poder del Sr. Jackson y de sus invitados, pero en especial la escena de los niños, la pintura del lobo, las calaveras, el recurrente número 322 y , sobre todo, en aquel libro, el poder que había en él  y de cómo conseguir ese ejemplar que según el Sr. Jackson aún estaba perdido.






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